1930: El cuento del zorro (Le roman de Renard)

0
El cuento del zorro (Le roman de Renard)amazon

Irene Starewicz y Wladyslaw Starewicz.
EL CUENTO DEL ZORRO (LE ROMAN DE RENARD).
9/10

Categoría: Película.
Guion: Irene Starewicz y Wladyslaw Starewicz.
Año: 1930. (1937 con sonido)
País: Francia.
Género: Aventura, Fantasía.
Técnica: Stop Motion.
Idioma: Alemán, Francés.
Característica: Artesanal, Animales Antropomórficos, Sátira, Slapstick, Medieval.
Duración: 1h 3min.
Clasificación por edades: NR-7.

El cuento del zorro es el segundo largometraje de animación que se conserva, tras Las aventuras del príncipe Achmed (1926), dirigido por Lotte Reiniger. Es también el quinto del que se tiene constancia, pues los creados por Quirino Cristiani se consideran perdidos. En cambio, a pesar de que su animación concluyó en 1930, no se estrenó con sonido hasta 1937: si se tiene en cuenta la fecha de estreno, sería el tercer largometraje, adelantado por el soviético El nuevo Gulliver (1935) -y precedería solo por unos meses a Blancanieves y los siete enanitos (1937)-.

Aunque habitualmente se atribuye únicamente al pionero de la animación Wladyslaw Starewic, fue realizado y animado también por su hija Irene Starewicz, como se lee en el cartel original para Francia que ilustra esta crítica. Así que se da la curiosa circunstancia de que, a pesar de la baja presencia de mujeres directoras en el mundo de la animación -pero no menor que en otros ámbitos artísticos-, las dos primeras películas que se conservan fueron dirigidas o co-dirigidas por mujeres.

Basada en el conjunto de poemas medievales Roman de Renart (siglos XII y XIII), presenta una ciudad habitada por animales antropomórficos que imita a la sociedad humana de la Edad Media. Ahora bien, se permite algunos anacronismos con fines cómicos, como un periódico o la escena narrada como si fuese una retransmisión radiofónica de un evento deportivo -que, por cierto, es una de las mejores del film-.

Realizado con muñecos animados con stop motion, se nota que aún estábamos en los albores de la técnica, de modo que la animación no podía ser tan fluida ni sofisticada como en la actualidad. Aún así, el trabajo es impresionante y son varias las escenas de gran complejidad, repletas de personajes animados con un dinamismo que asombra.

Tanto la animación como el diseño de personajes han envejecido -los primeros planos del rey león, por ejemplo, resultan un tanto inquietantes-. Sin embargo, para los interesados por la historia de la animación será un visionado muy satisfactorio, pues está repleto de buenas soluciones narrativas. Hay una escena de persecución muy bien resuelta, que da una gran sensación de velocidad gracias al movimiento de la cámara combinado con la animación. En cuanto al clímax, hubiera resultado espectacular en 1930, porque incluso ahora sorprende en más de un pasaje. Los artilugios pensados para la defensa del castillo recuerdan a los de Wallace y Gromit, solo que algo menos elaborados.

Por otra parte, la versión sonora en francés, que es la que conocemos, cuenta con un excelente trabajo de interpretación y voces de esas que da gusto escuchar, especialmente la imponente gravedad del rey.

Es una película de animación que, según la sensibilidad mayoritaria contemporánea, no resulta ya del todo apta para niños. Un público infantil que, de todos modos, es poco probable que sienta atracción por su aspecto, máxime si está acostumbrado a la colorida y trepidante animación contemporánea. En cambio, los adultos sí deberían apreciar su tono satírico y su nada velada denuncia de los abusos de poder y de las prácticas de algunos abogados, entre otros comportamientos nada ejemplares. Ni siquiera propone un final feliz que escarmiente al malvado zorro.

Aquí están los cimientos de Laika, Aardman, Skellington Productions Inc. y otros estudios que nos deleitaron con su stop motion muchas décadas después.

Reseña Panorama
Puntuación
9
Compartir

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here