
Vatroslav Mimica. Categoría: Cortometraje. |
Vatroslav Mimica no dibujaba ni era animador. Eso no impidió que fuese una de las referencias de la “Escuela de animación de Zagreb”, término acuñado por el periodista Georges Sadoul. Tampoco limitaba la personalidad de sus creaciones, para las que se asociaba con diversos animadores, entre ellos Aleksandar Marks, su cómplice en esta obra. Inspektor se vratio kuci, que puede traducirse como ‘El inspector vuelve a casa’ (el título alternativo en francés es L’inspecteur rentre chez lui, por eso lo sé), es uno de los mejores ejemplos de ese particularísimo estilo de animación.
Comento solo algunos elementos de la primera mitad, para no desvelar apenas nada -aunque, como imaginas, esta es de esas obras en las que lo de menos es el argumento-. En esencia, Mimica y Marks proponen fondos estáticos que parecen deudores del expresionismo alemán de los años 20, sobre los que superponen uno o como mucho dos elementos animados. Esa animación es mínima pero de asombrosa expresividad y eficacia. Es un claro ejemplo del menos es más.
Los movimientos del personaje central, ese inspector que vuelve a casa, son igualmente mínimos en cuanto a animación -basta que se mueva una sola parte de su cuerpo para dar la ilusión de movimiento necesaria- y prescinden de las leyes de la física y de la lógica espacial habitual en el cine. Basta fijarse en cómo se mueven sus facciones o sus piernas para comprender que el realismo no es un efecto buscado. En fin, solo la primera escena tras los créditos, cuando lee el periódico, ya es una brillante muestra de cómo conseguir muy llamativos resultados con solo un par de elementos.
Esta obra maestra incluye, además, una parte central que los estudiantes de animación -y aspirantes a cineastas en general- querrán estudiar detenidamente, porque logra contar una persecución con una hábil combinación de música de vanguardia sincronizada con el uso de fondos y, de nuevo, una animación reducida a su mínima expresión.