Francisco Macián. Categoría: Película. |
La familia Telerín fue la inspirada creación de Santiago y José Luis Moro con la que TVE daba por terminada la programación infantil e invitaba a los niños que aún se encontrasen frente al televisor a irse a la cama. Nació en 1964 con una primera versión en blanco y negro, luego debutó en color, pero en ambos casos veíamos a los seis niños de la familia y al bebé desfilar al son de la inmortal melodía de Antonio Areta. Y por supuesto, no podía ser de otro modo en la España de aquella época, antes de dormirse rezaban como buenos católicos.
El mago de los sueños es la película que protagonizó la televisiva familia, aunque no participaron los hermanos Moro, que se limitaron a autorizar el uso de sus personajes, ni he visto mención alguna a Estudios Moro en los créditos. El film fue en cambio una iniciativa de Francisco Macián, que lo realizó en su estudio barcelonés, Estudios Macián. Le salió muy bien la jugada, pues al contar con los populares niños de la familia Telerín la película se quedó cerca del millón de espectadores, cifra que no está nada mal para ser una pequeña producción independiente que debía competir con Disney.
En el film la familia comparte protagonismo con una creación de Macián, el Mago de los sueños, cuyo propósito es contarles un sueño a los niños buenos y, de paso, impedir que Don Coco Quitasueños les provoque una pesadilla. La película propone una estructura episódica en la que se suceden los sueños de cada niño y hasta el de su perro, que por cierto es uno de los más peculiares. Eso favorece la variedad de la propuesta pero amplifica la sensación de irregularidad causada por su desigual guion y la variable calidad de la animación.
Desde un punto de vista industrial, a la cinta se le nota sus limitaciones, de modo que si la parte estética no está mal y además hay pasajes singulares, la animación no es particularmente sofisticada y tiene un estándar televisivo. Eso sí, no es peor que las películas que contemporáneamente producida Hanna-Barbera, como por ejemplo Las aventuras del oso Yogui (1964) o El super agente Picapiedra (1966). De hecho, aunque la animación sea por el estilo, el diseño de fondos es aquí más interesante.
De todos modos, los principales problemas del largometraje no tienen que ver con su animación, que es muy estimable para ser una pequeña producción, sino con su guion y dirección. En el primer caso, hay pasajes como el del sueño de Cuquín, cuyo enfoque didáctico no resulta muy entretenido. Parece un precursor de Barrio Sésamo, así que es poco probable que seduzca a espectadores que no estén en edad preescolar. Por otra parte, la introducción de los cuentos de Hans Christian Andersen, como en ese caso con Pulgarcito, no está siempre bien conseguida.
En el caso de la dirección, aprecio problemas de ritmo, así que son numerosos los tiempos muertos, y de control del tempo en los pasajes de comedia. Por ejemplo, uno de los niños sueña que es una suerte de caballero andante mezclado con Robin Hood. En ese sueño, hay un pasaje en un castillo con ingeniosos gags visuales que recuerdan al slapstick de los Looney Tunes, pero varios de ellos quedan arruinados por una dirección no muy brillante. Tampoco ayuda, todo sea dicho, la calidad de la animación.
Por lo demás, junto con esa parte del castillo y algunos aciertos más, hay elecciones estéticas que no están nada mal, como el empleo de fondos que recuerdan a los dibujos infantiles en dos de los sueños, decisiones que dotan al film de cierta singularidad. También es muy bienvenida la variada banda sonora, compuesta por José Solá, que es una sucesión de canciones, la mayoría de ellas de pop sesentero.
Sin embargo, a pesar de esos aspectos interesantes, El mago de los sueños ya es solo recomendable para estudiosos de la animación española -o de la animación tradicional en general-, pues serán pocos los niños del siglo XXI a los que les entusiasmen los sueños de la familia Telerín.
A mis hijas, que son niñas del siglo XXI, les encanta la película y la han visto muchas veces. Tus comentarios son interesantes y, por supuesto, respetables, pero creo que no hacen ninguna justicia a la película. A mí me parece mucho mejor que como la pintas. El capítulo de Cuquín es mucho más atrevido, técnica y artísticamente, que Barrio Sésamo. Los fondos, en algunos de los capítulos, me parecen de muy alta calidad y la animación está mucho más conseguida de lo que dices. En cuanto al ritmo, es cierto que tiene algunos puntos muertos, pero desde luego no me parecen «numerosos», ni mucho menos. Aparte, el capítulo del cuento de Caperucita, en el que se respeta la forma de contar de una niña y se adaptan los dibujos a ella (con detalles graciosísimos, como las reacciones de las marionetas ) es, sencillamente, genial y muy original. Yo sí la recomiendo para disfrutara por sí misma. Y no solo para estudiosos.
Hola, Eduardo.
Gracias por tu comentario. Me alegra muchísimo leer que hay niños del siglo XXI que disfrutan con esta película.
Hay mucho qe apreciar en esta película y, releyéndome, veo que la mía parece una crítica más bien negativa cuando es más bien positiva -la nota refleja esa impresión-. En cualquier caso, he leído comentarios muy elogiosos de personas que saben de animación mucho más que yo, así que es posible que no supiese apreciarla debidamente.
Sí creo, en cambio, que fue un considerable esfuerzo de producción y que eso tiene mucho mérito.
No sé si leerás esto, Eduardo, pero por si acaso sí: ¿qué otras películas de este estilo les gustan a tus hijas? ¿Sueles procurar que vean animación menos convencional, más allá de Disney? Felicidades por esto último, por cierto.
Se habla poco de los dibujantes que participaron en la película. Mi padre, el dibujante Alfonso Figueras, dibujo y animó toda la escena de los números que bailan una canción. No sale ni tan siquiera en los créditos porque Macián le pidió la colaboración cuando estos ya estaban hechos.
Hola, Alfonso.
Muchas gracias por el dato, es muy interesante saberlo.
Hola que buen blog andaba buscando algo así para mi que adoro la animación.
por cierto comenta sobre shingeki no kyojin van a sacar la última y parece de infarto.