Ron Clements y John Musker. Categoría: Película. |
Aladdín es la tercera gran película del periodo de renacimiento de Disney, tras La Sirenita (1989) -dirigida también por Ron Clements y John Musker– y La bella y la bestia (1991). Volvió a ser un éxito en todos los sentidos: se convirtió en la película de animación más taquillera -hasta que llegó El rey león (1994)-, sedujo a la crítica y se llevó dos Oscars -eso en una época en la que no había categoría de mejor film animado-.
Como sus dos predecesoras, es otro prodigio de diseño de personajes y animación y, como en La bella y la bestia, realiza un creativo uso de la por entonces incipiente animación por ordenador (la tecnología CAPS cortesía de Pixar). Esta vez el empleo es menos visible que en la famosa escena de la danza entre la bella y la bestia, pero se aprecia, por ejemplo, en la entrada-tigre de la cueva. De todos modos, sigue siendo, esencialmente, un excelente ejemplo de animación 2D.
Quizá sea, en conjunto, un largometraje menos redondo y logrado que su inmediato antecesor en Disney, pero tiene el mérito de ser el más divertido de los producidos por el estudio en los 90 -y uno de los más humorísticos de toda su filmografía-. Por supuesto, buena parte de esa comicidad tiene que ver con la genial interpretación de Robin Williams como genio de la lámpara. Sus diálogos, muchos de ellos improvisados, resultaron tan atractivos para los productores que guiaron buena parte de las animaciones, contrariamente a lo habitual. Y el caso es que solo por ese personaje ya merece la pena ver Aladdín. Llena la pantalla de color y ocurrencias y todo a un ritmo frenético.
Finalmente, como de costumbre en Disney, se trata de un musical y uno de los más logrados. La pareja formada por el compositor Alan Menken y el letrista Howard Ashman -este último remplazado por Tim Rice tras su muerte en 1991- volvió a estar muy inspirada por tercera vez consecutiva -tras La Sirenita y La bella y la bestia-. Entre otros aciertos, la banda sonora incluye la muy popular ‘A Whole New World’.
Nota: el film tuvo dos secuelas, El retorno de Jafar (1994) y Aladdín y el rey de los ladrones (1996), ambas comercializadas directamente en formato doméstico.