
Michael Dudok de Wit. Categoría: Cortometraje. |
Michael Dudok de Wit, animador neerlandés que ya había causado muy buena impresión con Le moine et le poisson (1994), ofreció seis años después uno de los cortometrajes más bellos y profundos. Ganador del Oscar al mejor cortometraje animado, plantea una preciosa historia de amor entre un padre y una hija que mantiene un fuerte vínculo con él.
Es una delicada parábola de la vida que resulta especialmente emotiva por el planteamiento visual de su director. El diseño de los personajes es una maravilla de sencillez y la animación es igualmente maestra. Los fondos, que dan la sensación de ser acuarelas, y que realizó él mismo, son excelentes. Contribuyen a dotar a la obra del tono melancólico y poético que la impregna de principio a fin. Pero es que todos los elementos, la narración, la música…, son un acierto que redondean esta cumbre de la animación.
Tuve la suerte de poder descubrir este cortometraje en el cine a finales del 2001 y aún recuerdo la profunda impresión que me causó verlo en una pantalla grande.