Tom McGrath. Categoría: Película. |
2010 fue un buen año para DreamWorks Animation. No me refiero a la taquilla, aunque también le fue bien en ese apartado, sino a cuestiones artísticas. En menos de doce meses, estrenó la estupenda Cómo entrenar a tu dragón, su mejor película hasta entonces; concluyó dignamente la exitosa saga Shrek; y, finalmente, estrenó el estimable film original que nos ocupa. Tres buenas películas en un mismo año aún no lo habían logrado ni Pixar ni Walt Disney Animation Studios, por la sencilla razón de que no habían siquiera estrenado tantas. Al menos ese tanto se lo pudo apuntar el estudio liderado por Jeffrey Katzenberg.
Megamind repite una fórmula que a DreamWorks Animation le había funcionado bastante bien: ofrecerle el rol protagonista a un conocido cómico y crear un personaje que explote su vis cómica. El experimento había funcionado muy bien con Mike Myers en Shrek (2001), o Ben Stiller en Madagascar (2005), y no tan bien con Jerry Seinfeld en Bee Movie (2007). Aquí fue un acierto contar con Will Ferrell como el villano que da título al film, aunque también están estupendos Tina Fey y Jonah Hill.
Y si están tan bien, además de por su talento interpretativo, es porque el guion de Alan Schoolcraft y Brent Simons les sirve en bandeja numerosos diálogos ingeniosos y algún que otro gag brillante. Por otra parte, en una era en la que los films de superhéroes empezaban a dominar la taquilla –Christopher Nolan ya llevaba dos entregas de su trilogía de Batman y el Marvel Cinematic Universe había iniciado su andadura-, esta parodia es muy bienvenida y su gracia ha incluso ganado en eficacia con los años.
Imaginar qué ocurre con un villano cuando derrota finalmente al superhéroe que truncaba todos sus planes es ya una premisa muy atractiva. Además, se entretienen subvirtiendo buena parte de los códigos del cine de superhéroes hasta el punto de invertir los roles y nos divierten a nosotros con escenas tan conseguidas como la primera batalla entre Megamind y su héroe de cuño propio, en la que casi parece que el protagonista está teniendo un orgasmo por el mero hecho de estar enfrentándose a su némesis.
Eso sí, como de la dirección se encarga Tom McGrath, responsable de la saga Madagascar, cae en su tic habitual de llenar la banda sonora de canciones de éxito, aunque esta vez hay que reconocer que están mejor elegidas e integradas en la trama: emplear ‘Highway to Hell’ para presentar al personaje central tiene sentido.
Megamind no es un clásico esencial como Los increíbles (2004), pero culminó una tradición de films cómicos de DreamWorks Animation que no tuvieron mucho éxito y merece la pena ver, tras Hormigaz (1998), Vecinos invasores (2006) y Monstruos contra alienígenas (2009). A este es muy posible que no le fuese bien en taquilla porque unos meses antes ya se había estrenado un film animado con un villano como protagonista, Gru: Mi villano favorito.