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Elizabeth Hogenson. Categoría: Cortometraje. |
Danielle Hernandez era la compañera de piso de Elizabeth Hogenson cuando estudiaba en la universidad. Le diagnosticaron un cáncer de mama en fase IV. Incurable. A los 30 años llamó a su madre para contarle que el tratamiento de quimioterapia no iba bien. Grabó la llamada para un podcast y blog que estaba realizando sobre su enfermedad. Dani es el cortometraje documental que escenifica esa llamada.
No es una obra fácil de ver. Es dura y triste. Hay un momento, en la parte inicial, en la que describe la metástasis del cáncer, que resulta demoledor. Imagino que la mayoría de espectadores acabarán, como las protagonistas del relato, con lágrimas. Ver cómo una hija le cuenta a su madre lo que la médica le acaba de comunicar causa dolor. Es inevitable ponerse en el lugar de ambas. También es admirable el valor de la joven y la entereza con la que la madre afronta las noticias.
Elizabeth Hogenson plantea la recreación de la llamada a través de dos personajes elaborados con lana -cuerpo de fieltro, ropa tejida en punto- y animados con stop motion. Podría pensarse que esa estética distancia de lo contado, o que suaviza la dureza del audio, pero no, en absoluto. La animación, cuando está bien realizada y contada, posee esa fuerza, la de hacernos creer que esas dos criaturas tejidas son seres tan vivos como nosotros. Cuando las lágrimas de los dos personajes empiezan a caer, esas lágrimas son tan húmedas y tan emocionantes como las que notamos en nuestras mejillas.
La autora incluye también, y me parece una decisión muy acertada, breves planos en los que muestra, con plastinación, diversos elementos anatómicos o médicos que ilustran las consecuencias de la enfermedad. De nuevo, en lugar de distanciar, potencian el efecto de la llamada.
Un excelente ejemplo de cómo la animación y el documental pueden ser buenos compañeros creativos.
