Tim Miller. Categoría: Serie, Antología. |
Un poco más de dos años hubo que esperar para ver la segunda temporada de Love, Death & Robots, una de las mayores sensaciones de la animación para adultos. Fue el tercer acierto de Netflix en ese ámbito tras BoJack Horseman y Big Mouth, con la diferencia de que su formato -una antología de cortometrajes- convertía su éxito en una sorpresa aún mayor. Se especuló entonces si iba a suponer una revolución para el corto de animación en las plataformas de streaming, cosa que, dos años después, no ha ocurrido, pero es estupendo saber que esta inusual propuesta sigue adelante: ya ha sido renovada para una tercera temporada cuyo estreno está previsto para el 2022.
La segunda temporada, o segundo volumen, como lo denomina Netflix, mantiene buena parte de los aspectos atractivos de la precedente. Me refiero a su construcción de universos futuristas, la mayoría distópicos o postapocalípticos; a su atractiva estética; y, finalmente, a una cuidada animación. En cambio, cae también en algunos de los aspectos que limitan su interés artístico -que no su disfrute-, como su tendencia a privilegiar el estilo frente a la sustancia y a confiar demasiado en el asombro que produce su animación 3D hiperrealista. Está por ver cómo pasa la prueba del tiempo y si dentro de una década nos resulta tan envejecida como las series de la primera ola del 3D –Game Over, El padre de la manada…-. De hecho, había más variedad de técnicas en la anterior temporada.
Hay en esta segunda entrega varios cortos estupendos. Pop Squad, un notable cambio de registro de Jennifer Yuh Nelson tras Kung Fu Panda 3 (2016), crea un ambiente malsano e incluye varias imágenes memorables; The Tall Grass y All Through the House son conseguidas obras de terror con monstruos; y The Drowned Giant, posiblemente el más atrevido, es una estupenda incursión de Tim Miller en el género fantástico.
En cambio, aunque el humor no sea el punto fuerte de Love, Death & Robots, se echan de menos los cortos cómicos de la primera temporada, por ejemplo los firmados por el dúo de Víctor Maldonado y Alfredo Torres. Aquí, solo el ingenioso Automated Customer Service es una comedia, así que únicamente reímos en uno de los ocho cortos.