Harry Cripps, Clare Knight. Categoría: Película. |
A estas alturas parece claro que Netflix Animation, el sello de animación del gigante del streaming, no está interesado en privilegiar una estética, estilo narrativo o tipo de historia con la que sea fácilmente identificable. En definitiva, no pretende ser una marca reconocible al estilo de Disney, Aardman o Studio Ghibli. La seña de identidad de Netflix Animation es producir multitud de títulos al año que cubran todo el arco de ámbitos de la animación. Eso explica que acoja proyectos singulares, como la vuelta el 2D con Klaus (2019) o la adaptación anime de cómics con Super Crooks (2021); junto a películas más bien convencionales y de enfoque claramente comercial, como Más allá de la luna (2020) o la que nos ocupa.
¡Nos volvemos a casa! no es una mala película. No hay nada vulgar, resulta entretenida y, para ser una propuesta comercial, la selección de canciones no es terrible. Es más, no abusa del recurso de emplear temas de éxito para amenizar la función. ¡Hasta suenan dos buenas canciones en francés! Finalmente, hay que reconocerle cierta originalidad al elegir como personajes principales a animales que rara vez protagonizan las ficciones aptas para público infantil, serpientes y arañas incluidas.
Lo que ocurre es que no hay aquí nada que no hayamos visto ya antes, con pequeñas variaciones, en decenas de películas de Illumination Entertainment o DreamWorks Animation. De hecho, el parecido con la saga Madagascar de este último estudio es evidente, aunque aquí el tono sea bastante menos irreverente. Por otra parte, a pesar de algún gag aquí y allá, tengo la sensación de que el guion no se atreve a desviarse ni un ápice del más convencional cine animado para todos los públicos, de modo que no solo nada sorprende, sino que ni siquiera depara grandes carcajadas.