
Weronika Szyma. Categoría: Cortometraje. |
“Una Pascua, de repente, mi abuela se puso a llorar delante de la iglesia porque un día me convertiría al islam cuando me enamorara de un musulmán. Con un musulmán. Bueno, ¿por qué no? Y adivina qué: las abuelas siempre tienen la razón”.
Con esa voz en off comienza el corto, que documenta el primer viaje a Israel de una mujer joven enamorada de un palestino. La autora es Weronika Szyma, la animadora que nos sorprendió gratamente con su trabajo de escuela Ciałość (2020).
De nuevo opta por una estética sencilla, con personajes que parecen bocetos, o dibujos de niños, mientras los fondos son minimalistas, casi siempre reducidos a unas pocas líneas, las imprescindible para situar la acción. En ese sentido, pertenece a una tradición de animadores experimentales a la búsqueda de la sencillez, del menos es más, como Jonathan Hodgson, Paul Driessen o Levni Yilmaz. Eso sí, incorpora a la narración mapas, mensajes de texto y, puntualmente, colores, de modo que la parte visual es más compleja de lo que a primera vista parece: la escena del bombardeo es particularmente memorable.
El otro aspecto interesante del corto es cómo Weronika Szyma aborda con humor una historia de amor que, tal y como es retratada, tiene pocos visos de salir adelante; y la difícil situación en la frontera entre Israel y Palestina: es muy divertido ver a la joven, que llega dispuesta a rebelarse por Palestina, sentirse tan bien acogida por Israel como para acabar simpatizando con sus habitantes.