ARIFURETA (ARIFURETA SHOKUGYOU DE SEKAI SAIKYOU).
3/10
Arifureta adapta las ‘novelas ligeras’ escritas por Ryo Shirakome e ilustradas por Takayaki, nacidas en la web en el 2013, que se publican en papel desde el 2015. Está protagonizada por Hajime Nagumo, alguien relativamente común que, al devorar monstruos, adquiere superpoderes que le permiten vencer a las más temibles criaturas y a los más poderosos demonios.
Si las novelas han sido generalmente apreciadas por la crítica, no ha ocurrido lo mismo con esta adaptación de anime, cosa que comprendo, porque es un decepcionante despropósito. Por lo pronto, la estética es poco estimulante desde un punto de vista artístico -no aprecio personalidad alguna-, la convivencia de 2D y 3D chirría y la animación es muy floja. En esto último seguramente tenga que ver que, poco antes de la fecha de estreno prevista, hubiese cambios en la dirección y un segundo estudio, Asread Co, se sumase al proyecto para compartir el trabajo junto a White Fox. Fuese o no un síntoma de cambios a última hora para solucionar problemas graves, el caso es que el resultado se queda lejos del estándar de calidad que es esperar de la industria animada japonesa.
La parte visual, sin embargo, no es el principal problema de una serie con una puesta en escena poco interesante y guiones que caen en todos los lugares comunes posibles. Por ejemplo, como tantas veces ocurre en el subgénero fantástico, los personajes centrales gritan el nombre del poder que van a usar o le indican a su contrincante lo que le espera acto seguido. Eso hasta tiene un pase: peor es que el protagonista se pase más de un capítulo hablando solo y que explique todo lo que hace por obvio que sea. Claramente, los responsables del anime no confiaban mucho en la inteligencia de los espectadores.
Lo peor de todo, no obstante, es el evidente sexismo en la creación y diseño de los personajes femeninos. Invariablemente, tienen unos pechos enormes que lucen con amplios escotes -en general, su vestuario es muy escaso- y están desesperadas por el héroe. Es frecuente que se le ofrezcan en “cuerpo y alma” y que él se las tenga que quitar de encima, literalmente. La que no cumple esa regla es una vampira con aspecto infantil que, justamente por eso, tiene pechos medianos. En cambio, también está encantada con el prota y se le tira encima tanto o más que las demás, lo cual no deja de ser un tanto perturbador. En fin, es todo ridículo porque la trama aprovecha cualquier escusa para que el héroe tenga que besar a alguna de sus compañeras de viaje o para incluir alusiones sexuales más o menos veladas. Es todo ‘light’, claro, pero es evidente que está pensado para satisfacer a quienes fantasean con tetonas y/o jovencitas.
La primera temporada de Arifureta está dirigida por Kinji Yoshimoto, Chika Kojima se encargó el diseño de personajes, Shoichi Sato y Kinji Yoshimoto de los guiones y Ryō Takahashi de la banda sonora. En la segunda temporada, Akira Iwanaga asumió la dirección, mientras Studio Mother sustituyó a White Fox como estudio secundario.