CYBERPUNK: EDGERUNNERS.
8,5/10
Cyberpunk: Edgerunners es una adaptación del videojuego Cyberpunk 2077, de Projekt Red, de modo que Rafal Jaki parte del universo originalmente creado por Mike Pondsmith. Según leo, es una precuela cuya acción transcurre aproximadamente un año antes. También leo que la serie está más lograda que el videojuego del que parte y visualmente es desde luego un espectáculo. De hecho, solo por la propuesta visual ya merece la pena ser visto atentamente.
Hiroyuki Imaishi, que ya me convenció con el largometraje Promare (2019), despliega una vez más su prodigiosa imaginación visual, su creativo empleo del medio y su notable manejo del tempo a la hora de narrar. Su dirección es muy buena, hay fragmentos de brillante puesta en escena y la estética con la que cuenta la historia es muy atractiva. Como además la animación de Studio Trigger es excelente para los estándares de una serie, el resultado es un festín para los ojos que debería seducir incluso a quienes no ven anime habitualmente.
Por otra parte, el argumento que plantea es igualmente un acierto y retrata una distopía futurista que incluye demoledoras críticas del capitalismo descontrolado, de la corrupción corporativa y de la modificación corporal, entre otros asuntos. Claro que ese universo funciona porque está retratado con una poderosa estética y porque Imaishi le saca un enorme partido con su planificación. De hecho, el guion, aunque estimable, es el aspecto menos convincente y hay que perdonarle ciertos lugares comunes -en el primer episodio al prota se le muere la madre, le expulsan de la academia en la que estudia y se queda en la calle sin dinero-.
Finalmente, dada la libertad que ofrece Netflix, se nota que Hiroyuki Imaishi pudo despacharse a gusto y ser poco o nada comedido con la violencia -hay explosiones de cráneos y cuerpos mutilados por todos lados- y con los desnudos femeninos. Claro que esto último está aquí más justificado dado el culto al cuerpo que impera en la sociedad futurista, de modo que no estoy seguro de que sean excesos.
El anime cuenta con producción ejecutiva de Rafał Jaki, que ejerce también de ‘showrunner’ y firma como creador, mientras Satoru Homma, Bartosz Sztybor y Saya Elder se encargan de la producción. Por parte japonesa, Hiroyuki Imaishi es director, Masahiko Otsuka y Yoshiki Usa guionistas, y Yoh Yoshinari diseñador de personajes y director de animación.