Michaela Pavlátová lleva décadas siendo una de las más prestigiosas y premiadas directoras de cortometrajes del ámbito animado independiente. A esa trayectoria sumó un nuevo reto al ponerse frente a un largometraje animado, My Sunny Maad (2021), que fue seleccionado en el Festival de Annecy. Adaptación de la novela Frišta, de la periodista Petra Procházková, parte de una premisa singular: una mujer checa se enamora de un afgano, Nazir, y unos meses después decide irse a vivir con él a Afganistán para casarse.
El filme se estrena en cines españolas hoy, viernes 17 de marzo del 2023, con el país tristemente de actualidad dado el retorno del régimen talibán.
Tras dirigir dos largometrajes no animados y varios cortos de animación, qué te impulsó a dirigir un largometraje de animación.
Siempre he dicho que no quería dirigir un largometraje de ficción, creo que la animación es mejor en cortometrajes porque pueden ser personales, experimentales, mucho más libres, y durante mucho tiempo pensé que ese era mi campo de especialización. Dirigí dos largometrajes en los que me aseguré de que no fuera lo mío, así que volví siempre a la animación.
De repente llegó un momento en el que me pregunté qué hacer a continuación y no tenía una gran idea para una animación pero tampoco quería dirigir un largometraje no animado, así que pensé que era un buen momento para emprender un largometraje animado y me lo tomé como un reto, un proyecto que no estaba segura de poder hacer.
Me molesta un poco que los cortos de animación solo estén disponibles en el círculo de festivales y no sean tan conocidos y un largometraje siempre tenga más publicidad y espectadores. Otra razón es que quería quedarme más tiempo con el espectador. Cuando solo estás con ellos entre cinco y seis minutos, que es la duración habitual de un corto de animación, no puedes decir mucho, y quería contar la historia de una forma más plástica, con más personajes.
Para que el largometraje fuese financieramente viable, ¿fue preciso realizar algún tipo de compromiso estético o narrativo?
Principalmente lo que sentí es que un largometraje es un trabajo de equipo y no estaba acostumbrada a eso: soy individualista, y lo hago todo yo sola. Trabajar en equipo significa delegar cosas, dibujos y demás en colaboradores y hay mucha simplificación. Siempre va a ser diferente que cuando trabajo yo sola en la película.
Otra cuestión es que uno se da cuenta de la responsabilidad que conlleva, la cantidad de dinero invertida es enorme en un largometraje. Sientes un compromiso con los colaboradores y productores, la película debe funcionar, llegar al público, cosa que se refleja en cómo cambia la idea original. Yo imaginaba la película más sencilla, más tosca, más abocetada, más parecida a mis cortometrajes, pero no puedes hacer eso, así que el resultado está influido por el grupo de personas con el que trabajas. Recuerdo que estaba triste y no me gustaba cómo estaba cambiando, pero eso es algo que suele ocurrir cuando haces un largometraje y tienes que vivir con eso.
¿Te ha sorprendido lo bien que ha sido recibida la película en diversos países, como por ejemplo en Francia, donde ha ganado el Premio César al mejor largometraje de animación?
Aquí tengo el premio César (me lo enseña sonriente). El éxito en Francia me cogió completamente por sorpresa porque teníamos dos películas competidoras, una de ellas es El pequeño Nicolás (2022), y estaba completamente segura de que, tras haber sido premiada en Annecy, ganaría.
Estos premios anuales, como los Oscars, los Bafta, los César o los Goya en España, alguien me dijo que son como una lotería. No hay una discusión, sino que a veces se deciden por un voto. Yo como autora no puedo predecir cómo funcionará la película con el público. Respeto mucho a los productores y dramaturgos que saben qué atraerá al público, pero para mí lo importante es que me gustaba el libro y que los productores pensaban que podíamos hacerlo juntos y la producción funcionaría.
Ahora que ya tienes la experiencia de dirigir un largometraje animado, ¿crees que lo volverás a hacer o prefieres centrarte de nuevo en los cortometrajes?
Mientras trabajaba en esta película estaba segura de que no quería volver a experimentar ese estrés y de que no quería volver a trabajar en una producción de este tipo. La presión y estrés que soporta el director son enormes, pero todo pasó en el momento en el que terminamos la película. Inmediatamente nos olvidamos de todo y todos queremos seguir adelante con otro largometraje. Tenemos más experiencia. De hecho, estoy preparando otro largometraje con la misma compañía, Negativ Film.
Llevo tiempo buscando qué camino tomar. Esta vez será una obra original mía, que versará sobre el mundo femenino. Espero que se parezca más a mi obra breve, a mis cortometrajes, y quiero que haya humor, ironía, amor y sexualidad. Va a ser una película sobre mujeres y hombres con un guion mío, así que esta vez no adaptaré ningún libro.