LA VUELTA AL MUNDO DE WILLY FOG.
8,5/10
BRB Internacional había ya obtenido un notable éxito con D’Artacán y los tres mosqueperros (1981) cuando presentó esta cuarta serie con la que también le fue muy bien. Por entonces la compañía fundada por Claudio Biern Boyd estaba en racha y, prácticamente al ritmo de una por año, encadenaba propuestas memorables. La que nos ocupa, basada en la novela de Julio Verne, es de las más inspiradas de la compañía y, gracias a las reposiciones, es bien conocida por la generación de niños nacidos en los 70 y 80.
La vuelta al mundo de Willy Fog opta por los personajes antropomórficos marca de la casa y basa buena parte de su encanto en unos guiones bien escritos. Pienso, sobre todo, en la estupenda construcción de personajes y en lo bien que combina los elementos de aventura con los toques de comedia. Por otra parte, aunque animación y estética no son particularmente destacadas, sí es admirable la ambición desplegada a la hora de ilustrar localizaciones de buena parte del mundo: un esfuerzo extra de producción que explica por qué Iberia figura como patrocinador en los créditos iniciales.
La serie, por otra parte, fue una de las numerosas colaboraciones de BRB Internacional con Nippon Animation, una asociación con la industria japonesa que tan buenos frutos dio en los 80 y que ha sido casi del todo abandonada, lo cual es una pena. ¡Ah!, y fue un acierto que, para la versión española, los temas inicial y final los interpretase la banda Mocedades, cuyas voces están ya para siempre ligadas a la animación española.
Existe una segunda parte, Willy Fog 2 (1994), adaptación de otras dos obras de Julio Verne, que no tuvo tanto éxito ni es tan recordada.