MLSNÉ MEDVĚDÍ PŘÍBĚHY (HUNGRY BEAR TALES).
9/10
Mlsné medvědí příběhy (Hungry Bear Tales) es una simpática serie dirigida, sobre todo, a público en edad preescolar. Sin embargo, está realizada con una estética tan atractiva que solo por ese aspecto ya tiene muchas posibilidades de interesar a amantes de la animación de todas las edades. Cierto que las tramas son más bien sencillas y en el guion es donde más se nota el enfoque infantil, pero todo está hecho con buen gusto y con un sentido del humor intergeneracional.
La propuesta nació gracias al impulso de tres mujeres: la productora Bára Příkaská y las directoras Alexandra Májová y Kateřina Karhánková, estas últimas creadoras también de la serie. Lo que tienen en común las tres es su pasión por la buena comida y el convencimiento de que una historia con “aroma checo” puede tener también atractivo internacional. Lo del “aroma checo” no lo aprecio, porque apenas si hay elementos folclóricos o tradicionales del país más allá de la música -tampoco soy la persona más adecuada para advertirlos-, pero el alcance universal de la producción sí es evidente.
Lo consigue, esencialmente, gracias a su estética artesanal. A pesar de estar animado por ordenador, posee el aspecto del dibujo a mano. A veces incluso parece cutout. El diseño de los dos osos protagonistas es un acierto y lo mismo ocurre con la encantadora galería de secundarios. También es muy atractivo el uso tan personal del color o la sencillez con la que trata los fondos: muchas veces reducidos al mínimo o convertidos en trazos en blanco y negro.
Esos dos osos que viven juntos, por cierto, tienen en común con sus creadoras la pasión por la comida, de modo que sus aventuras giran habitualmente en torno a la búsqueda de un ingrediente en concreto y su desenlace suele ser una comida o, con suerte, un banquete.