QUERIDA CONCHI.
9/10
Pocas webseries de animación han obtenido tanta repercusión con solo tres episodios. Esa es la cifra de capítulos que se estrenó en sus dos primeros años de actividad. Sin embargo, a pesar de ser inusualmente baja, bastó para entusiasmar a cientos de miles de espectadores. De hecho, la serie fue un fenómeno desde que se publicó en la red su primer episodio y desde entonces su nómina de seguidores no ha parado de crecer. En el momento en el que escribo esto, 5 de abril del 2022, poco menos de dos años después de su estreno, esa entrega inicial acumula 378.761 visionados. No son, al menos todavía, los millones que congregan Lee Hardcastle, Jason Steele o Cas van de Pol, pero es que Rafillo crea en español, no en inglés, y lleva menos tiempo.
De todos modos, Querida Conchi es una propuesta interesante independientemente del número de visionados que logre. Es más, me sorprende que tenga tanto éxito dado lo extravagante que es en todos los aspectos. La estética, a medio camino entre la animación 2D por ordenador y la más imaginativa rotoscopia, es delirante y personalísima. Los personajes cambian constantemente de tamaño y de aspecto, la caricatura es extrema y propone metamorfosis asombrosas como seña de identidad. Una animación de Rafillo, aunque solo dure unos segundos, se reconoce de inmediato.
Sus ocurrencias, disparatadas, marcianas, impredecibles y repletas de humor negro, son igualmente personales, como si hubiera creado su propio terreno cómico, en las antípocas de la comedia que se ve en las cadenas en abierto. En menos de dos minutos puede mezclar sexo, violencia, surrealismo, parodias de telenovelas o concursos de televisión, sátira social… En fin, prácticamente lo que se proponga sin que haya nunca relación de causa efecto. Y como todo ocurre a un ritmo frenético, los menos de dos minutos que dura un episodio concentran invariablemente multitud de situaciones.
Querida Conchi permitió descubrir a un singular creador que, no por casualidad, fue requerido por Adult Swim, participó en el festival Animac 2022 y realizó la escena de animación de Camera Café, la película (2022).