RUNES.
9/10
Una serie basada en la idea original y la biblia literaria de Guillaume Mautalent y Sébastien Oursel, que ejercen también de guionistas, libremente inspirada en la juventud de Guillermo I de Inglaterra, alias Guillermo el Conquistador, “el primer rey de Inglaterra de origen normando, con un reinado que se extendió desde 1066 hasta su muerte en 1087”, según la Wikipedia. Aquí, hechos históricos, elementos fantásticos y aventura se mezclan para crear una ambiciosa propuesta presentada como un Juego de tronos apto para la infancia. En efecto, ofrece una dosis de magia, conspiraciones por el poder e intrigas palaciegas varias en un contexto medieval, solo que aquí no hay nada truculento, de modo que es recomendable para espectadores a partir de los seis años.
La serie está dirigida por Jean-Louis Vandestoc y cuenta con el universo gráfico de Marion Bulot, aspecto este último que concentra buena parte de su atractivo. Por lo visto la animación está realizada en 3D por ordenador aunque su aspecto es de 2D tradicional, hasta el punto de que, si no lo supiéramos, difícilmente podríamos concluir que la técnica empleada es 3D. Cuestión especialmente notable en el caso de los fondos, seguramente el gran reclamo de esta propuesta, que ilustran con éxito y atención al detalle la naturaleza en la que transcurre buena parte de la acción. Puntualmente me recuerdan a los de Wolfwalkers (2020), aunque no repita los juegos con la perspectiva de la obra maestra de Cartoon Saloon.
Runes es un excelente ejemplo de una animación especialmente pensada para público infantil y juvenil que, a pesar del lógico enfoque comercial -su presupuesto es de ocho millones de Euros-, es también interesante desde un punto de vista artístico y, además, tiene muchas posibilidades de seducir también a público adulto.