THE MIDNIGHT GOSPEL.
9/10
The Midnight Gospel es la primera serie creada por Pendleton Ward desde el fin de Hora de aventuras, una de las cumbres de la animación en el siglo XXI. La génesis de esta propuesta, no obstante, reside en el otro creador, Duncan Trussell, el presentador del podcast en el que está basada: DTFH. Resulta que Ward descubrió los podcasts de Trussell, en los que conversa sobre diversos temas según el invitado, y le gustaron mucho. Pasado un tiempo, le propuso crear una serie animada que adaptase las emisiones.
La oferta se concretó en el 2018, cuando le mostró un boceto animado que ilustraba una conversación sobre drogas, ambientada en un apocalipsis zombi en la Tierra. Ese boceto sedujo a Duncan Trussell, que se embarcó en el proyecto, y luego al responsable de animación para adultos de Netflix, así que acabó convirtiéndose en el primer episodio de la serie.
El esquema de todos los episodios es el siguiente: escuchamos fragmentos de las conversaciones, editadas para durar una veintena de minutos, mientras Pendleton Ward y el equipo de animadores despliega una propuesta visual que trata de dialogar con el audio. En la pantalla vemos una sucesión de acontecimientos estéticamente deslumbrantes, que muestran mundos surrealistas y fantásticos, seres y lugares asombrosos, en los que nada parece seguir la lógica de causa-efecto. Como en Hora de aventuras, que también es un prodigio de imaginación, pero con una vertiente más oscura y adulta.
El contraste entre lo que oímos y lo que vemos es, al mismo tiempo, uno de los atractivos de la serie y uno de sus aspectos más desconcertantes. En ocasiones no se aprecia claramente, o nada en absoluto, la conexión entre la conversación y la parte visual. Así que hay momentos en los que ese audio nos distrae y no nos deja apreciar lo que vemos. A veces también sucede lo contrario, que son tantos los estímulos visuales que cuesta prestar atención a las conversaciones. Sin embargo, esa parte visual suele ser más atractiva que los debates sobre drogas, espiritualidad, trascendencia, meditación…
La serie gana, en general, cuando las conversaciones se detienen y dan paso a las partes con diálogos creados expresamente para ajustarse a las aventuras que protagoniza el personaje protagonista, Clancy, al que pone voz Duncan Trussell. Ahora bien, cuando The Midnight Gospel se convierte en una de las experiencias más fascinantes y memorables que quien esto escribe ha visto es cuando el diálogo entre sonido e imagen funciona de verdad y lo que vemos sí parece una ilustración, o ampliación si se prefiere, de las conversaciones. Eso sucede en varios pasajes, pero sobre todo en los episodios siete y ocho, ambos con reflexiones sobre la muerte y la pérdida de seres queridos.
No es la primera serie animada que adapta un podcast, existe el precedente de El Show de Ricky Gervais (2010), pero esta es una propuesta enormemente más ambiciosa en la que convergen dos universos creativos, el de Duncan Trussell (sonoro) y el de Pendleton Ward (visual). El experimento no siempre funciona, y por supuesto que hubiera sido más fácil seguir un camino más convencional, pero entonces no se trataría de una obra tan singular y, a su extraña manera, tan bella.