Pablo M. Ballarín es un animador, guionista y director por el que quien esto escribe siente una afinidad particular: sus imprevisibles historias y su particularísimo estilo estético hacen de su filmografía una experiencia siempre memorable. Os invitamos a ver sus cortos si tenéis la oportunidad -algunos de ellos están disponibles en la red y los encontraréis si seguís el enlace de su nombre-, pero esta vez es él quien nos recomienda un corto que considera esencial. Selecciona Life with Herman H. Rott, dirigido por Chintis Lundgren.
Dado que le pedí que nos explicara el porqué de su elección, le cedo la palabra:
Lo elijo porque…: es divertido, inteligente, bonito, fiero. Me parece muy universal, entendiendo por universal lo que a mí me sale del ombligo.
Es esencial porque…: lo vi cuando yo aún no estaba decidido a hacer animación. Estaba verde como una perita crujiente. Me dio alas. Me dejó claro que se podía ser osado sin límites en el mundo de la animación. Valen el amor y la violencia. No hay por qué aprender a usar el ordenador, ni usar actores, ni mierdas como hacer un turnaround o un pantone. El único turnaround que me sirve es en los kebab, y los pant(al)ones los prefiero pitillos.
