STEINS;GATE.
9/10
El de Steins;Gate, adaptación del videojuego homónimo del 2009 desarrollado por 5pb. y Nitroplus, es un caso extraordinario en el ámbito del anime comercial. Es uno de los más populares del siglo XXI a pesar de que no incluye peleas, ni superhéroes, ni ningún tipo de elemento sobrenatural (demonios, espíritus…); esto es, no incluye ninguno de los tres aspectos que invariablemente tienen los animes más exitosos. Su entusiasta acogida deriva esencialmente del interés de los guiones. En ese sentido, es algo similar a lo que pasó con Death Note (2006), solo que no reprodujo el fenómeno de aquella.
La serie se interesa por un científico loco que, por accidente, descubre que puede mandar mensajes al pasado y, finalmente, viajar al pasado. El sistema no es particularmente sofisticado, se basa inicialmente en inventos como un móvil microondas. Esa sensación de ciencia casera forma parte del encanto. El protagonista se rodea de otros jóvenes con altas capacidades, lo que a menudo propicia ocurrencias ingeniosas. En general, la trama de ciencia ficción está muy lograda y depara momentos fascinantes.
Dicho esto, Steins;Gate no sería tan popular de no ser por aprovechar la efervescente juventud de sus protagonistas, de modo que hay toques de erotismo -nada explícito, más bien una expresión verbal de sus comprensibles deseos y curiosidades- y subtramas románticas. De hecho, aunque predominan la ciencia ficción y la comedia, tampoco faltan los pasajes melodramáticos en los que los personajes dicen lo que sienten mientras suena una emotiva pieza de piano. En fin, es una cuestión menor en una serie siempre interesante que, además, mejora a medida que avanza.
En vista de su éxito, en el 2012 se estrenó un OVA; en el 2013 un largometraje, Steins;Gate: The Movie – Load Region of Déjà Vu; en el 2014 una colaboración con IBM de cuatro capítulos; y, finalmente, en el 2018 una segunda parte, Steins;Gate 0 (2018).