ULTRA CITY SMITHS.
9/10
Todos los años, en todos los ámbitos, se estrena una serie que artísticamente es muy interesante y merecería un amplio reconocimiento pero que, por diversas razones, pasa muy desapercibida. En el 2021, en cuestión de animación para adultos, esa serie semidesconocida es Ultra City Smiths. En el momento en el que escribo esto no llega ni a 300 votos en IMDb -por los más de 150.000 que lleva Arcane en menos tiempo-, de hecho, ¡ni siquiera tiene una página en Wikipedia y hace ya casi un año que se estrenó! Cierto que solo está disponible en una plataforma de streaming con pocos suscriptores y relativamente nueva, AMC+, pero es tan interesante que uno querría pensar que el boca oreja la sacaría del anonimato.
Y es que la creación de Steve Conrad, que también ejerce de director junto a David H. Brooks, es de lo mejor del 2021 en animación no apta para público infantil y, además, posee el aliciente extra de no parecerse nada a las comedias que abundan en ese ámbito. También incluye elementos de comedia y quizá sea, ante todo, una comedia negra, pero predomina la negrura en este recorrido por la corrupta, violenta y generalmente hostil ciudad de Ultra City.
Los candidatos a alcalde no ocultan su desdén por los ciudadanos, la prensa trabaja en connivencia con la clase política, la desigualdad es enorme, el crimen organizado campa a sus anchas, abundan las bandas de delincuentes juveniles que portan máscaras de Nixon o se maquillan como David Bowie en la carátula de Aladdin Sane, la mayoría de habitantes sobreviven como pueden… Si el contexto es atractivo, la galería de personajes es una maravilla y no hay uno solo que no sea interesante, con mención especial para el prostituto enamorado dispuesto a lo que haga falta para cuidarle y para el detective que baila para poder conciliar el sueño.
Abundan asimismo las escenas memorables -el atraco al banco es impagable- y en cada episodio suena una canción: las piezas musicales son estupendas, la letra es invariablemente ingeniosa y las puestas en escena son para no perdérselas. Incluso como musical es de lo más inusual que he visto.
Es cierto que su estructura coral abre muchos frentes y quizá eso disguste a espectadores acostumbrados a narraciones más convencionales. Para quienes aprecien propuestas más aventuradas seguramente sea una experiencia muy estimulante.
Finalmente, y no por eso es un asunto menor, la estética es un acierto. La creación de la ciudad en la que transcurre la acción resulta creíble, tanto como el asfalto sobre el que caminamos diariamente. El diseño de personajes es ejemplar, y eso que la mayoría tienen un rostro similar y parecen realizados con los mismos materiales. Como además de la animación en stop motion se encarga Stoopid Buddy Stoodios, estudio especialista en la técnica, el resultado es una delicia.