LASCARS.
8/10
Propuesta que nos sumerge con eficacia en los suburbios franceses, en un modo de vida callejero marcado por la pobreza, las drogas, la violencia, el hip hop y el instinto de supervivencia de unos jóvenes vitalistas marcados por una realidad poco amable. El gran atractivo de la serie es cómo evita la mayor parte de clichés asociados a las situaciones y personajes del extrarradio de las grandes ciudades. Personajes a los que trata con cariño y con notable realismo.
Ahora bien, el enfoque es el de una comedia y no precisamente sofisticada, de modo que también explota la comicidad y el lado ridículo de esos personajes. Quizá no se ría de su escasa cultura -o no mucho-, pero sí de su forma de ver la vida o de las embarazosas situaciones que viven por su escasa elegancia, nulo autocontrol, vulgaridad de su vocabulario, etc…
Por otra parte, como los episodios duran entre uno y dos minutos, no se dedica a desarrollar la personalidad de sus personajes ni los presenta con gran riqueza de matices. En cambio, propone breves viñetas a las que busca un desenlace humorístico, de modo que funciona como mosaico de la vida en los suburbios más que como estudio de quienes los habitan.
La serie tuvo una primera temporada en 1998 y, gracias a la popularidad alcanzada en Internet, el Canal+ francés encargó una segunda temporada en el 2007. Estética y tono son prácticamente idénticos en una y otra, aunque sí cambió la secuencia de apertura y la animación está más cuidada en la segunda. Esas secuencias de apertura, por cierto, son un acierto más de la serie, pues en unos diez segundos introducen con eficacia el lugar en el que transcurre la acción, con edificios pobres, vagones de metro ‘grafiteados’ y música hip hop.
