RESIDENT EVIL: LA OSCURIDAD INFINITA (RESIDENT EVIL: INFINITE DARKNESS).
5/10
Resident Evil: La oscuridad infinita es una de las numerosas adaptaciones animadas del videojuego de Capcom, compañía de la que, por cierto, Netflix ya había estrenado otra serie basada en una de sus propiedades, Dragon’s Dogma.
La que nos ocupa destaca por su animación 3D fotorrealista, al estilo de Death, Love & Robots, aunque en este caso se ve que no dispusieron del mismo presupuesto y, por tanto, de tanto tiempo para afinar la animación. Si la estética es relativamente convincente, cada vez que se mueven los personajes se nota claramente una falta de naturalidad que puede llegar a ser una distracción más que otra cosa. Se da la paradoja de que, si no está del todo conseguido, cuanto mayor es el esfuerzo por el hiperrealismo menor es el realismo logrado. De hecho, estos personajes fotorrealistas parecen menos vivos que los creados con una buena animación en 2D que no esconde el artificio. Por otra parte, no todos los rostros están igual de bien diseñados, así que la mayoría se instalan en el ámbito del ‘valle inquietante’.
La estética no me parece un acierto y creo que esa vertiente de la industria animada japonesa lo tendrá más difícil para suscitar entusiasmo internacional, puesto que no ofrece nada que no exista ya en la animación occidental. Sin embargo, la gran limitación de la serie es un guion repleto de lugares comunes y de personajes unidimensionales. Es posible que yo no sepa apreciar parte de su complejidad argumental puesto que no conozco el videojuego en el que está basada -por lo visto, está protagonizada por los personajes de Resident Evil 2-, pero eso también puede ser problemático: los guionistas deben contar con que parte de los espectadores no estén familiarizados con la saga.
Ignoro hasta qué punto será satisfactoria para los seguidores de los videojuegos, pero para los demás, incluso para los que lleguen aquí atraídos por la presencia de zombis, será una experiencia poco estimulante a poco que la vean con un cierto nivel de exigencia.