TOKYO REVENGERS.
7,5/10
Tokyo Revengers está basado en el manga escrito y e ilustrado por Ken Wakui que empezó a publicarse en marzo del 2017 y que, precisamente gracias a este anime, vio aumentar considerablemente su popularidad durante el 2021, esto es, el número de copias en circulación. La adaptación es entretenida, puntualmente impactante y con un toque que fomenta una sana adicción, así que comprendo muy bien por qué fue uno de los éxitos del año en el ámbito de la animación japonesa.
Sin embargo, una cosa es su éxito o su eficacia como producto comercial y otra su interés artístico. Este segundo apartado es estimable, pero dista mucho de ser lo mejor que la industria japonesa podía ofrecer. Aunque la estética es atractiva y se mantiene relativamente fiel al manga, la animación no pasa de un estándar medio y no aprecio nada sobresaliente. Por otra parte, echo de menos espectacularidad en las numerosas batallas entre bandas y abundan los pasajes de animación limitada.
En cualquier caso, la parte visual cumple bien con su cometido, de modo que las principales carencias las veo en su narración y tono: poco ágil la primera, exageradamente melodramático el segundo. Finalmente, me parece que la serie pierde fuelle en su segunda mitad tras un excelente comienzo, por mucho que el final del vigesimocuarto episodio esté muy logrado y dé ganas de ver una segunda temporada.
En cualquier caso, a la mayor parte de espectadores estas cuestiones imagino que les importarán poco y que caerán rendidos ante la galería de carismáticos personajes, luchas de bandas y un retrato del lado más oscuro de Japón que muestra la evolución de unos pandilleros adolescentes en temibles criminales líderes de una organización pseudo mafiosa.
Tokyo Revengers está dirigido por Koichi Hatsumi a partir de un guion de Yasuyuki Mutō, Yoriko Tomita y Seiko Takagi. El diseño de personajes es de Keiko Ōta, la dirección de sonido de Satoki Iida y la banda sonora de Hiroaki Tsutsumi.