YASUKE.
6,5/10
Tras el éxito de Castlevania, Netflix empezó a dar luz verde a series muy similares: 1) concebidas y financiadas en Estados Unidos pero inspiradas por la estética anime; 2) luchas con espadas; 3) elementos fantásticos. Esta vez no hay vampiros, pero la creación de Lesean Thomas combina el Japón feudal de los samuráis con poderes sobrenaturales y hasta con robots. Cierto atrevimiento sí hay que concederle.
Por otra parte, no sé si como estrategia de marketing, como enfoque artístico o como una mezcla de ambos, la música se la encargó a Flying Lotus. Al principio, choca escuchar su electrónica en una trama que transcurre en el siglo XVI, pero la decisión es un acierto y resulta especialmente bienvenida ante la proliferación de propuestas clónicas o muy similares en el catálogo del gigante del streaming. Definitivamente, la banda sonora es un elemento diferenciador.
Yasuke se inspira en la figura histórica homónima, un sirviente de origen africano y piel negra que llegó a ser samurai. Claro que la serie no se centra en cómo ascendió en la escala social ni en los prejuicios a los que se tuvo que enfrentar -esa parte sólo es mencionada brevemente en varios flashbacks-. Lesean Thomas prefirió poner el foco en la parte mágica del asunto, cosa que resulta bastante menos interesante.
Plantea la enésima línea argumental de la elegida que, sin saberlo, posee poderes extraordinarios y que justamente por eso es perseguida por seres malignos. Así que lo mismo da que la acción transcurra en el japón del siglo XVI o en el Carabanchel del siglo XX, porque al final todo se reduce a alternar luchas de espadas con rayos multicolor lanzados en todas direcciones sin que sepamos del todo bien de dónde surgen y qué efecto tienen.
La serie es entretenida a pesar del convencional guion y de los poco inspirados diálogos, pero no pasa de divertimento menor sin apenas calado. Algo similar ocurre con la estética, en la que yo no logro advertir personalidad alguna. La animación de MAPPA es estimable, pero como los diseños no son gran cosa, tampoco ese apartado redime el conjunto.
