SEIS MANOS.
6/10
Interesante proyecto que combina la estética del anime, artes marciales, películas de acción de serie B de los 70 y propuestas ambientadas en México como El mariachi, de Robert Rodriguez. Esta última referencia no es casual, pues uno de los dos creadores de la serie, Álvaro Rodríguez, fue compositor en el El mariachi y guionista de una cinta similar, Machete (2010). De esta última película, por cierto, se trajo para este proyecto al actor protagonista, Danny Trejo, que está estupendo, como siempre, prestando su voz al malvado El Balde.
Seis Manos es la primera producción original de Powerhouse Animation Studios, compañía responsable de la animación de otra popular serie que bebe del anime desde una perspectiva occidental, Castlevania. Así que si ves parecidos en las escenas de acción entre una y otra, ya sabes el porqué. Lástima que esta no posea el mismo sentido del humor, pues le hubiera venido bien en más de un pasaje.
Casi todo en esta propuesta da la sensación de ya visto y no parece que la originalidad sea su principal objetivo. Pienso que es deliberado ese enfoque puesto que parece concebido como homenaje a cierto tipo de cine de acción que ya rara vez se hace. Por eso la imagen incorpora ese grano que se aprecia en las películas de los 70 hacia atrás y que forma ya parte de su encanto. En cualquier caso, el coctkail de referencias que mezcla es atractivo y está bien realizado.
Eso sí, para disfrutar de sus hallazgos estéticos y de los personajes más interesantes (la policía mexicana y la pareja que forma con el agente de la DEA, el maestro que acoge huérfanos, Silencio…), uno tiene que hacer una gran suspensión de la incredulidad. La mayoría de peleas y escenas de acción tienden a la hipérbole, cosa que no se lleva muy bien con el realismo. Hay que acostumbrarse a que los malos ataquen de uno en uno en las peleas cuerpo a cuerpo -pero eso ocurre en el 99% de las producciones de esta índole- y a que estos mismos antagonistas dejen de disparar cuando a nuestros queridos héroes no les viene bien ser disparados, para que les dé tiempo a preparar un ataque. En fin, es un detalle menor en la que, por lo demás, es una satisfactoria serie.