TEKKEN: LINAJE (TEKKEN: BLOODLINE).
3/10
Tekken: Linaje es una adaptación de la saga de videojuegos de lucha desarrollada por Namco. Adapta Tekken 3, de modo que se centra en los inicios de Jin Kazama, cuando trata de vengarse del monstruo que mató a su madre. Por supuesto, el guionista se las arregla para que su forma de lograr el objetivo sea inscribirse en un torneo de lucha. Los responsables de la serie saben muy bien que la mayor parte de espectadores lo que quiere es una generosa dosis de violentas batallas. Mejor dejar claro desde el inicio: si eso es lo que buscas y no eres muy exigentes con las cualidades artísticas del producto, obtendrás lo que deseas.
Peleas aparte, que por lo visto retoman algunos de los movimientos del videojuego, la adaptación es muy floja. El guion es un despropósito, los diálogos son un espanto y los personajes tienen menos profundidad que el papel en el que se dibujaron los primeros esbozos. Hay que hacer un verdadero esfuerzo por implicarse con personajes tan poco interesantes o, en el caso de Jin Kazama, que se quedan en un estereotipo sin rasgo alguno de personalidad. Para colmo, las interpretaciones en inglés -idioma que figura como versión original en Netflix- son terribles, así que las enormes carencias del guion quedan aún más expuestas.
La estética y animación sí son algo mejores y mejora levemente el conjunto, pero uno y otro aspecto están por debajo de la media en la vertiente comercial del anime.
La serie cuenta con dirección y storyboard de Yoshikazu Miyao, guion de Gavin Hignight, diseño de personajes de Satoshi Yuri, dirección artística de Yumiko Kuga y Yuuko Sugiyama y diseño de arte de Hiroyuki Ōyama. De la animación se encarga Larx Entertainment, filial de Studio Hibari.
