RILAKKUMA VA AL PARQUE TEMÁTICO (RILAKKUMA’S THEME PARK ADVENTURE).
6/10
Rilakkuma va al parque temático es la segunda serie que protagoniza el personaje creado por la compañía San-X, un oso antropomórfico con aspecto de peluche. A pesar de que uno de los propósitos de esta producción es vender muñecos de los personajes y otros productos de mercadotecnia, el resultado es algo mejor de lo que una premisa así hace pensar. Ocurre como con la anterior serie estrenada por Netflix, Rilakkuma y Kaoru (2019): los evidentes objetivos comerciales están compensados por unos guiones bien escritos que poseen cierta sensibilidad.
La que nos ocupa no es tan recomendable como la anterior, dado que se limita a contar la visita a un parque temático y la trama no es particularmente interesante. Al menos la predecesora abordaba la vida de una mujer soltera con matices y sutilezas, pero esta no va mucho más allá de centrarse en los contratiempos que puede vivir un parque de atracciones con dificultades económicas.
Eso sí, la parte visual vuelve a ser estimable. La animación stop motion, para tratarse de una serie, está bien realizada; y los decorados están confeccionados con notable ambición y atención al detalle. Además, hay varios pasajes en 2D, habitualmente para ilustrar flashbacks del parque temático, con una estética que imita el dibujo a mano sobre papel, que tienen algo de encanto.
Como en Rilakkuma y Kaoru, Masahito Kobayashi se encarga de nuevo de la dirección a partir de los guiones de Takashi Sumita y Makoto Ueda.