UN VAMPIRO EN EL JARDÍN (VAMPIRE IN THE GARDEN).
5/10
Un vampiro en el jardín es una serie original de Wit Studio creada como parte del acuerdo entre el estudio y Netflix. Ignoro si tiene que ver con las exigencias de la plataforma, o si es una decisión de la compañía japonesa al conocer la visibilidad internacional que ofrece el servicio de streaming, pero tengo una impresión similar que con la película Burbuja (2022), el primer fruto de la asociación. De nuevo es un enfoque claramente comercial el que limita el atractivo artístico de una propuesta que, desde un punto de vista técnico, es muy competente.
Esta relación entre una humana y una reina vampira destaca, sobre todo, por la estética de sus fondos. Puntualmente hiperrealistas, se nota el talento de los artistas de Wit Studio y el exquisito cuidado con el que fueron creados. También es estimable el diseño de los personajes y la animación de las más complejas escenas de acción, aunque uno y otro aspecto son decididamente comerciales, de modo que no cabe buscar aquí atisbo de personalidad o de riesgo artístico. Está todo pensado para atraer a quienes prefieren la vertiente más popular del anime.
En cambio, guion y dirección son menos satisfactorios porque discurren siempre por los derroteros más trillados y tampoco escapan del enfoque comercial. Por supuesto que la difícil convivencia entre vampiros y humanos –que los primeros denominan “calientes”- funciona como alegoría del temor al otro, de la búsqueda de culpables entre quienes son diferentes, de la tendencia de la humanidad a resolver los conflictos con guerras….
Sin embargo, el guion dedica poco tiempo a esas cuestiones para centrarse en la relación entre la humana y la vampira: relación amorosa lésbica implícita, naturalmente. Una relación contada de la forma más melodramática posible, sin matiz alguno. Da la sensación de que los responsables confiaban poco en la inteligencia del público -de ahí que esté todo muy mascadito- y menos aún en su capacidad de concentración, de modo que el tono y la banda sonora subrayan una y otra vez los exagerados momentos clave.
Ryōtarō Makihara se encarga de la dirección con la asistencia de dirección de Hiroyuki Tanaka. Tetsuya Nishio es el diseñador de personajes y director de animación, Shunichiro Yoshihara es el director de arte, Satoshi Takabatake y Kazushi Fujii se encargan de los decorados, mientras Yoshihiro Ike compuso la banda sonora.