Burt Gillett. Categoría: Cortometraje. |
Con El botero Willie (1928), Walt Disney vio que podía sincronizar de manera muy precisa la banda sonora con la animación y que ese proceso era muy bien recibido por el público. Decidió entonces emprender una nueva saga de cortos -la cuarta tras las comedias de Alice y las dedicadas a Oswald el conejo afortunado y Mickey Mouse- centrados en ese mismo recurso narrativo. El resultado fueron las ‘Silly Symphonies’ (sinfonías tontas), saga a la que pertenece esta pieza.
Versión libre del cuento folclórico inglés homónimo junto con elementos de Hansel y Gretel, incorpora también al relato un pueblo habitado por adorables gnomos que se divierten con bailes y juegos. Como de costumbre en la saga de cortos, lo de menos es la trama y el atractivo reside en el tratamiento del color -recién incorporado por Disney a sus producciones-, la cuidada animación y, por supuesto, la precisa sincronización. De hecho, aquí apenas si recurre al diálogo, de modo que los elementos expresivos provienen de la eficaz mezcla de animación, sonido y música.