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Svend Methling. Categoría: Película. |
Fyrtøjet es el primer largometraje de animación danés, el segundo de Europa realizado con dibujos a mano -tras el español Garbancito de la Mancha (1945)- y el tercero en color producido fuera de Hollywood -tras el soviético Propavshaya gramota (1945) y el ya mencionado de España-. Teniendo en cuenta su carácter pionero, el resultado es muy estimable y, en muchos aspectos, satisfactorio. Máxime cuando, por entonces, no existía ningún estudio capaz de acercarse siquiera al nivel industrial de Walt Disney Studios: ni siquiera el también estadounidense Fleischer Studios lo logró cuando inició la producción de largometrajes a finales de los 30-.
Esta adaptación de El yesquero, uno de los primeros cuentos de Hans Christian Andersen, presenta un atractivo diseño de personajes. La influencia de Disney se aprecia sobre todo en los protagonistas, el soldado y la princesa, pero propone un bienvenido uso de caricaturas para otros personajes de la corte o de la ciudad.
A la animación, en cambio, se le notan las limitaciones, de modo que no es muy fluida y muchos movimientos se repiten tres, cuatro o hasta cinco veces seguidas para ahorrar tiempo y, por tanto, dinero. También diría que el soldado está animado con rotoscopia en varios planos, de nuevo con la clara intención de acelerar el proceso.
En lo que respecta a la puesta en escena, hay recursos interesantes o modernos para haber sido concebidos en 1946. Los breves planos de un farol que deslumbra al soldado son efectivos y también es curiosa la secuencia en la que este corre y vemos un plano subjetivo en el que las casas se mueven al ritmo de su carrera.
En cambio, la trama resulta, para un espectador del siglo XXI, tan antigua como la de Blancanieves y los siete enanitos (1937). El personaje de la princesa es igualmente pasivo y también es besada por el protagonista masculino mientras duerme, o sea sin su consentimiento, con el agravante en este caso de que primero ha sido raptada. Para los estándares actuales, por suerte, la trama se ha quedado anticuada.
