Osamu Dezaki. Categoría: Película. |
Adaptación del manga Golgo 13, escrito e ilustrado por Takao Saito, que se publica desde 1969, la película es una brillante muestra de la capacidad del anime para aunar un planteamiento comercial -ofrece trepidante acción de principio a fin- con un enfoque de enorme interés artístico. Incluso se aprecian elementos de corte experimental, al menos para aquella época, que no reducen en nada su eficacia como producto de entretenimiento.
Además, su estética realista -fiel a las páginas del manga- y su admirable detallismo favorece que el apartado visual esté más próximo al cómic ‘underground’ occidental que al estándar imperante en la industria del anime. De hecho, es una pena que esta vertiente sea inusual en la animación japonesa, que ha preferido la línea caricaturesca o los bellos personajes de proporcionales imposibles y ojos sobredimensionados. Aquí, más de lo habitual en el anime comercial, uno tiene la sensación de estar ante una versión en movimiento de un manga.
Aunque la trama es atractiva y el personaje protagonista es un acierto, buena parte del interés de Golgo 13: El Professional reside en la irresistible combinación de su brillante estética y la innovadora puesta en escena de Osamu Dezaki. David Heredia Pitarch, en su muy recomendable libro Anime! Anime! 100 años de animación japonesa (Diábolo Ediciones, 2016), escribe a propósito de las innovaciones aportadas por Dezaki, que son válidas para esta obra: “a su persona se le atribuyen marcas tan distintivas como las imágenes congeladas en tonos pastel para enfatizar los momentos dramáticos, los ángulos inusuales en la cámara, la pantalla partida en las reacciones intensas, la repetición del mismo evento a modo de énfasis y otros muchos recursos tan habituales en el anime”.
Por su parte, Felipe Múgica, en su excelente libro Explosión Anime (The Force Books, 2020), otorga a la película cuatro estrellas de cinco y escribe: “el resultado de esta adaptación es realmente estupendo: la animación luce magnífica, detallada, jugando con los claroscuros, los reflejos de luces y las sombras (que se hace muy meritoria para la época) y los ocasionales planos estáticos no restan puntos a la animación (realmente marca de estilo para remarcar momentos emocionalmente intensos). (…) un ejemplo de animación para adultos remarcable y toda una muestra del altísimo nivel que podía alcanzar el anime japonés en aquella época”.
A pesar de sus muchos aciertos, en Golgo 13: El Professional hay aspectos que no han envejecido tan bien. Uno, evidente, es el uso de animación 3D por ordenador, la primera vez que tal cosa ocurría en un largometraje de animación japonés estrenado en cines. Solo se empleó unos segundos para una de las escenas de acción, durante el ataque de varios helicópteros, pero la técnica estaba dando sus primeros pasos, de modo que el resultado es muy rudimentario y no casa nada con el resto. Queda como una rareza más. La otra cuestión es la repetida incursión en el ‘sexploitation’, dado que los desnudos femeninos son un mero reclamo para un espectador masculino que se suponía mayoritario. No solo no tienen una función narrativa clara, sino que incluso una violación es tratada con la misma finalidad erótica.
Osamu Dezaki le debió de gustar la experiencia de dirigir este filme, dado que retomó el manga de Takao Saito en el mediometraje Golgo 13: Queen Bee (1998), comercializado directamente en formato doméstico.