Paul Driessen. Categoría: Cortometraje. |
Paul Driessen era ya un experimentado y prestigioso director cuando presentó The End of the World in Four Seasons, una de sus muchas colaboraciones con el National Film Board of Canada que tan beneficiosas son para ambas partes: el director obtiene libertad para crear el tipo de cine que quiere, la productora pública canadiense suma a su catálogo otra obra artísticamente interesante con cuyos derechos se queda.
El corto que nos ocupa es uno de los más conocidos de Driessen y de hecho es el seleccionado por el libro Animation Unlimited (2004) en su lista de cincuenta cortos innovadores desde 1940. La publicación comenta su experimentación con la narración e incluye una cita del autor respecto a su principal preocupación, la de mantener un “cuidadoso balance entre narración y demasiada información -¿cómo diriges a los espectadores en un relato complejo?”.
Un buen ejemplo de ese afán experimental es The End of the World in Four Seasons, donde divide la pantalla en ocho viñetas de diversos tamaños y formas que desarrollan otras tantas líneas argumentales simultáneas. Cada una con su propio sonido que se suma a la banda sonora. Eso implica que un espectador difícilmente puede apreciar de un vistazo todos los acontecimientos que suceden al mismo tiempo, de modo que son necesarios varios visionados para apreciarlos todos.
El corto es ciertamente innovador, estimulante desde un punto de vista estético e interesante por su experimental narración. En algunos pasajes echo de menos algo más de interacción entre las viñetas, pero doy por hecho que es una elección de Paul Driessen, porque no le hubiera costado nada unir las acciones más a menudo. En cambio, recurrir a la música de Vivaldi en una obra estructurada en estaciones no es muy original, pero qué le vamos a hacer, nadie es perfecto.