Pablo Llorens. Categoría: Película. |
Hay mucho que admirar en Juego de niños, el primer largometraje de uno de los referentes ineludibles del stop motion en España. Por lo pronto, el atrevimiento de dirigir una película con una técnica poco recurrente en la industria en general pero aún menos en España. Existe el posible precedente de Aventuras de Esparadrapo (1949), dirigido por Ángel de Echenique, del que no sé si se conservan copias y que quizá ni siquiera fue realizado con stop motion, sino con marionetas. En cualquier caso, desde entonces nada, así que hubo que esperar cincuenta años para el segundo. Solo por eso ya es un logro y es posible que la película de Pablo Llorens animara a los que emprendieron el reto después, Fernando Cortizo y SAM entre ellos.
También es muy loable que realizara un film tan singular, que ni siquiera se parece mucho al resto de su filmografía. Cierto que anticipó algunas de las constantes de su cine posterior, y hay aliens, como en su brillante El enigma del chico croqueta (2004), pero sigue siendo una rara avis en su trayectoria. Lo que no cambió fue su apuesta por la plastimación con un imaginativo diseño de personajes marca de la casa.
Finalmente, completa el atrevimiento que se trate de una propuesta de ciencia ficción que, a pesar del bajo presupuesto, precisó de numerosos y constantes efectos especiales, un terreno poco habitual en la industria española. Como homenaje de la serie B y del anime no tiene precio.
Sin embargo, no será recordado como lo mejor de Pablo Llorens y, a pesar de ser recomendable, tiene también algo de proyecto fallido. Se nota que nació como cortometraje que fue estirado hasta llegar a la hora, cosa que no favorece ni la eficacia del argumento ni su ritmo. Por otra parte, aunque el presupuesto fue mayor que el de uno de sus cortos, se antoja insuficiente para un planteamiento de esta ambición, cosa que se nota especialmente en los efectos digitales.
Esto último, además, tiene un efecto secundario: la proliferación de efectos hace que pierda parte del encanto táctil habitualmente asociado al stop motion con plastilina. Aquí son tantas las imágenes ampliamente retocadas en postproducción que no posee ese indescriptible atractivo artesanal. Claro que esto último solo lo notarán los entusiastas de la plastimación o quienes lo comparen con precedentes trabajos de Llorens.
Adrián Encinas Salamanca, en su blog Puppets & Clay, le dedicó en el 2009 un post al film en el que incluyó esta valiosa cita del autor: “empezó como un corto de 20 minutos aproximadamente, fruto de la época en que las hordas de VHS manga inundaban España y mi cabeza, pero tras rodar la primera escena, la de la muerte del padre y el combate de Sara con el robot, mi socio Norberto Navarro se emocionó y me convenció para lanzarnos a convertirlo en largometraje. Yo aún era joven e inexperto y pensé que sería tan sencillo como hacer varios cortos. El error fue no hacer una reescritura del guion, sino que me limité a crear escenas nuevas que lastraron la historia al no ser necesarias. Creo que hay escenas disfrutables por separado, pero el conjunto se hace bastante tostón. La idea era salirme de mi estilo de cortos personales y hacer algo más comercial orientado al público joven ‘mangadicto’, pero tanto por el diseño como por las carencias técnicas que tenía quedó una cosa bastante bastarda”. Así que ya tenemos otro motivo más para admirar a Pablo Llorens: además de ser humilde, muestra una bienvenida capacidad de autocrítica.
Juego de niños fue editada en VHS por SAV, pero no encuentro datos de un posible paso por cines. Tristemente, tampoco ha sido reeditada en DVD o formato posterior.