Bill Plympton. Categoría: Película. |
Mutant aliens es la tercera película de Bill Plympton. Como la anterior, Me casé con un extraño (1997), desarrolla una sola historia en lugar de recopilar varios de sus cortos, cosa que sí hizo en su debut en el largometraje, The Tune (1992). Es más, esta vez ni siquiera incluye un solo minuto extraído de una de sus creaciones previas, así que fue todo material inédito. Y sin embargo, con este film del genial animador es inevitable tener dos sensaciones: 1) que su evidente talento queda un tanto diluido en el formato de largometraje; 2) que funciona mejor si uno aprecia sus puntuales aciertos que analizado como un todo.
Esta parodia del cine de serie B, que mezcla la tradición de los monstruos con ciencia ficción, es un disparate cuya endeble trama nunca se sostiene. Es más, a Plympton la historia contada parece interesarle bastante poco o, al menos, que no se la toma nunca muy en serio. Tampoco da la impresión de que dedicara mucho esfuerzo a desarrollar los personajes y cuestiones como sus motivaciones o sus arcos no tienen aquí importancia alguna.
Todos esos elementos que habitualmente se tienen en cuenta en una película son aquí meros pretextos, porque el atractivo de Mutant aliens reside en la personal estética de Bill Plympton -la misma de todos sus cortometrajes desde que iniciara su trayectoria a finales de los 80-, en su deslumbrante capacidad para animar cualquier cosa -humanos, aliens, objetos- y, por supuesto, en su peculiar sentido del humor que nos obsequia con más de una escena ingeniosa.
No será esta la obra con la que convenza a quienes no se hubiesen convertido antes a su causa, entre otros motivos porque vemos la habitual dosis de sexo y violencia más o menos gratuita -al fin y al cabo se trata del creador de ese memorable corto titulado Sexo y violencia (1997)- y porque no figuran aquí los pasajes más brillantes de su filmografía. Sin embargo, a sus seguidores y a los interesados por la más irreverente y adulta animación alternativa de bajo presupuesto les deparará hora y media de entretenimiento y alguna que otra carcajada.