2005: Kirikú y las bestias salvajes (Kirikou et les bêtes sauvages)

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Kirikú y las bestias salvajesamazonfilmin

Bénédicte Galup y Michel Ocelot.
KIRIKÚ Y LAS BESTIAS SALVAJES.
9/10

Categoría: Película.
Guion: Michel Ocelot.
Año: 2005.
País: Francia, Vietnam, Letonia.
Género: Fantasía, Aventura.
Técnica: 2D.
Estudio: Les Armateurs, Gébéka Films, Studio O (producción); Armada TMT (animación); Mikros Image (postproducción).
Idioma: Francés.
Colaboración: France Télévisions, Canal+.
Característica: Héroes, Familia, Naturaleza, Animales.
Duración: 1h 15min.
Clasificación por edades: Todas las edades.
Saga: Kirikú.

Kirikú y la bruja (1998) no fue solo un hito artístico. También fue un fenómeno comercial que cambió para siempre la industria animada francesa. De hecho, si le preguntamos a los productores franceses de animación, seguramente afirmarían que fue, ante todo, un logro económico que explica la actual buena salud de la escena animada gala. Michel Ocelot, el artífice de este doble éxito, era inicialmente reticente tanto a los productos derivados como a una segunda parte, pero es comprensible que se dejase convencer o, mejor dicho, que aprovechase la facilidad que esta vez tuvo para sacar adelante un largometraje: completar la financiación de la primera entrega le llevó años a pesar de que se conformó con un presupuesto exiguo.

Cuando Kirikú y las bestias salvajes llegó a los cines a finales del 2005, lo hizo respaldada por una maquinaria promocional más cercana a la de un gran estreno de Hollywood que a la habitual para la animación europea independiente. Debutó con más de 300 copias -el récord para un film de animación francés- y en torno al film se crearon un videojuego, un documental para televisión –Kirikou découvre les animaux d’Afrique-, una revista y hasta una obra de teatro musical. En fin, lo que suele ocurrir con las producciones de grandes estudios como Disney, Pixar o DreamWorks Animation pero era insólito para la industria europea.

Y ahora sí, centrémonos en los aspectos artísticos de este film que Ocelot dirigió junto a Bénédicte Galup, colaboradora que había participado como animadora en su primera serie, Ciné si (1989), estrenada luego como película, Príncipes y princesas (2000). El dúo optó por situar la acción antes del desenlace de Kirikú y la bruja, de modo que amplía las aventuras del diminuto, inteligente y valeroso niño africano en el espacio, no en el tiempo. Además, adoptó una estructura episódica que enlaza cuatro historias.

Estas cuatro nuevas aventuras no poseen el efecto sorpresa de la primera entrega, pero sí buena parte de su encanto y esa sensación tan particular de estar asistiendo al relato de una antigua fábula, no a un guion escrito en el siglo XXI. Todas, por cierto, comienzan con una introducción del abuelo de Kirikú, el misterioso y sabio personaje que descubrimos en el interior de una cueva en el anterior film, recurso que subraya ese aire de vieja fábula o mito primigenio transmitido oralmente durante generaciones.

También como la película original, las hazañas del protagonista tienden a privilegiar el bien de la comunidad, no su gloria o bienestar, amén de la bondad, por supuesto. Solo una de las cuatro historias parte de su curiosidad sin más, no de solucionar un problema que afecta a su aldea. En la última, por cierto, figura un divertido guiño al sorprendente desenlace de Kirikú y la bruja, cuando acude a ver de cerca a la bruja.

El resto de elementos, especialmente su estética, son igualmente seductores, así que ni siquiera la familiaridad con el entorno limita el atractivo de la parte visual. Eso sí, se nota que dispuso de mayor presupuesto porque la animación es un pelín más sofisticada y ambiciosa sin por eso perder la sencillez, una de las señas de identidad de la propuesta.

Dado que esta segunda entrega tuvo aún más éxito que la original -solo en Francia se quedó muy cerca de los dos millones de espectadores, un hito para una producción independiente-, Ocelot propuso una tercera parte, Kirikú y los hombres y las mujeres (2012), también de estructura episódica. Antes, no obstante, llegó a los cines el proyecto en el que llevaba años trabajando, Azur y Asmar (2006).

Reseña Panorama
Puntuación
9
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