Gabriel Osorio Vargas. Categoría: Cortometraje. |
Gabriel Osorio Vargas quiso contar la historia de su abuelo, quien, tras el golpe de Estado en Chile de 1973, fue encarcelado por dos años y tuvo que exiliarse en México antes de emigrar a Inglaterra. Esa acabó por ser solo una de las historias de la obra. Al convertirse en la primera producción chilena ganadora de un Oscar y en el primer cortometraje latinoamericano ganador en la categoría de Mejor cortometraje de animación, Historia de un oso hizo también otro tipo de historia. Fue un logro con el que pasó a formar parte de la historia de la animación.
El director y guionista sitúa tan dramático relato 0en el contexto de una propuesta apta para público infantil que adopta la estructura de ficción dentro de la ficción. Como una suerte de caja china, propone un personaje protagonista que cuenta la historia de su vida a través de un teatro mecánico que él mismo ha construido. Es, por supuesto, un espectáculo prácticamente imposible de llevar a cabo tal y como es plasmado, pero Gabriel Osorio Vargas mantiene la ilusión de verosimilitud y logra contar la historia completa sin prescindir de ese inspirado mecanismo narrativo. Solo se permite pequeñas licencias con el punto de vista cambiante, pero todo -transiciones entre escenas, personajes, decorados…- da la sensación de ser un teatro de hojalata de creación artesanal.
El resultado es una pieza emotiva y encantadora cuyo éxito es fácil de comprender.
Nota: por suerte, el reconocimiento internacional a la animación chilena y latinoamericana tuvo continuidad, menos de una década después, con una segunda nominación en esa misma categoría para Bestia (2021), el corto dirigido por Hugo Covarrubias.
Seleccionado por Eva Pérez Misa para la sección ‘Un corto esencial‘.