Alex Orrelle y Eduardo Schuldt. Categoría: Película. |
Cuando el historietista chileno Pepo vio Saludos amigos (1942), la película con la que Walt Disney cumplió el encargo del gobierno estadounidense de acercarse a Hispanoamérica, no le gustó que el personaje representante de Chile fuese el avión Pedrito. No sé qué le pudo disgustar, porque se trata de un personaje memorable y en absoluto irrespetuoso con el país, pero el caso es que decidió crear un personaje que fuera más representativo. El resultado fue Condorito, un cóndor sin plumas antropomórfico inspirado en el escudo nacional de Chile.
El personaje creado por Pepo es el que protagoniza Condorito La película, solo que aquí lo vemos en tres dimensiones. Ese diseño en 3D del cóndor sin plumas es uno de los aspectos menos convincentes del film. En general, el diseño de todos los personajes es decepcionante, pero si el protagonista posee algún encanto quien esto escribe no es capaz de apreciarlo.
Es una pena, porque la animación por ordenador está bien realizada, es fluida y las escenas de acción funcionan bien. Máxime teniendo en cuenta que fue realizada con ocho millones de Dólares como presupuesto: puede que fuese la producción más cara de Perú, pero representaba una fracción del presupuesto de Pixar (entre 150-200 millones por film). En fin, el estudio de animación hizo un buen trabajo con ese apartado, el de la animación, pero el material de partida es poco atractivo.
Por otra parte, los breves fragmentos en 2D, al inicio y al final del film, son interesantes. Comprendo que no siguieran con esa opción, porque hubiera sido una propuesta menos comercial, pero esa estética de cómic resulta más genuina que el resto del metraje.
De todos modos, lo peor de la película es una trama con situaciones mil veces vistas, increíble de principio a fin y, para colmo, con un regusto machista y envejecido que chirría. De hecho, imagino que, analizada desde una perspectiva de género, la crítica sería bastante menos benevolente en ese sentido. Por lo demás, la historia no va mucho más allá de las parodias de éxitos y hasta copia un chiste de Los Simpson -el de la abducción de una mujer gorda-.
En definitiva, aunque es admirable el esfuerzo de crear un largometraje con una digna factura técnica, es una pena que el guion y la puesta en escena, a pesar de algún detalle inspirado, sean tan flojas. Los niños no merecen este tipo de propuestas.