Timothy Reckart. Categoría: Película. |
La natividad de Jesús contada, sobre todo, desde la perspectiva de los animales. Esa es la premisa de Se armó el belén, traducción literal del título inglés, The Star –‘The’, se armó, ‘Star’, el belén’-. Es una película pensada, esencialmente, para espectadores cristianos, y dudo mucho que interese o atraiga a quien no sea creyente, más allá del público preescolar, que no necesita estar familiarizado con la fuente bíblica para disfrutar con las peripecias de los animales.
Quien haya desarrollado un mínimo gusto por la animación cuidada o por la narración mínimamente sofisticada advertirá enseguida que ambos aspectos son más bien pobres. Dado que las producciones cristianas tienen un alcance limitado en taquilla, Sony solo se gastó 20 millones de dólares. Eso es una décima parte de lo que se gastó Pixar, ese mismo año, en Coco; y una tercera parte de lo que Sony Pictures Animation invirtió, también ese año, en Los pitufos: La aldea escondida (2017). Se nota, para mal, en todos los elementos del apartado visual, especialmente en el diseño de fondos y en el aspecto de los personajes humanos.
Narrativamente, es todo convencional. La historia, su desarrollo, la construcción de los personajes, la función cómica de ciertos animales, el villano sin interés alguno… Para colmo, la banda sonora prácticamente se limita a ir insertando canciones navideñas de tanto en tanto, sin que sirvan propósito alguno, con una flojísima canción interpretada por Mariah Carey como reclamo comercial.
Salvo si te basta con el componente bíblico, puedes ahorrarte una hora y media y acudir a producciones más logradas de Sony Pictures Animation, como la estupenda Spider-Man: Un nuevo universo (2018).