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Thurop Van Orman, John Rice. Categoría: Película. |
Tras ver el despropósito que fue Angry Birds: La película (2016), era lógico no tener muchas expectativas respecto a la segunda parte. Sin embargo, es una grata sorpresa que mejora considerablemente a su predecesora, por mucho que tal logro tampoco tenga excesivo mérito.
Uno de los aspectos más frustrantes de la primera entrega es que el guion de Jon Vitti se esforzaba en exceso en tratar de plantear una trama que culminase en el lanzamiento de pájaros para derribar cerdos, la premisa del exitoso videojuego que adaptaba. Angry Birds 2: La película, en cambio, asume que tal punto de partida difícilmente podría ser más endeble, abraza su lado lúdico y se limita a ofrecer una colección de gags disparatados y absurdos vertebrados en torno a un argumento que nunca trata de tomarse en serio a sí mismo ni de esconder su condición de excusa para desplegar una generosa dosis de humor.
Cierto que en varios momentos, sobre todo en el final, cae en varios tópicos de la animación apta para todas las edades, y pienso, por ejemplo, en la habitual moraleja de que las cosas son mejor en equipo. También tenemos dos personajes que al inicio se detestan y todos sabemos que antes del final habrán cambiado de opinión, si es que no emprenden un romance. Y sí, ocurre asimismo que el desenlace se lanza de cabeza a la inevitable secuencia de acción con salvamento en el último minuto.
A pesar de esas limitaciones, por el camino nos han hecho reír tantas veces y aprovecha tan bien la capacidad de la animación para el humor físico que el resultado es, al menos, altamente entretenido. Que nadie espere humor sofisticado ni un festín de ingenio, pero eso no niega que su humor funciona. Es más, entre la sucesión de canciones de éxito que tantas veces padecemos en el cine comercial de Hollywood se cuela de tanto en tanto alguna elección creativa, como el divertido empleo de una famosa composición de David Bowie.
¡Ah!, y aunque narrativamente es más bien convencional, propone una estructura en desuso en el largometraje, la de la trama B (relativamente) independiente, aquí protagonizada por tres jóvenes pájaros. Recuerda a aventuras slapstick de Scrat en la saga Ice Age.
