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Min Sung Ah. Categoría: Cortometraje. |
Preciosa propuesta apta para público infantil que, en vista de su belleza y su excelente narración, debería atraer a cinéfilos de todas las edades, además de a los amantes de la animación con estética artesanal, que eso lo doy por supuesto. Boriya fue animado con ordenadores, pero los fondos y el diseño de personajes poseen una estética de dibujo a mano, como si fueran acuarelas. De hecho, su manera de ilustrar el entorno natural en el que transcurre la trama es uno de los mayores reclamos. La producción, por otra parte, fue realizada por el estudio francés Marmitafilms, pero que la autora, Min Sung Ah, sea coreana explica la influencia oriental que se aprecia en la apariencia de los personajes, sobre todo la adorable niña protagonista.
Con una narración pausada que se toma su tiempo en introducir al personaje central y el contexto en el que se desarrolla la historia, la realizadora relata una mañana muy especial en la vida de esa niña. La historia tiene algo de relato iniciático, de paso de la niñez a la edad adulta o, al menos, de camino hacia la madurez de una niña que comprende, como decía Gil de Biedma, que la vida va en serio.
Un fantástico ejemplo de cómo debería ser, más a menudo, la animación pensada para público infantil. No todo tienen que ser colores chillones y ritmos trepidantes con cinco gags por minuto.
