Mili Pecherer. Categoría: Cortometraje. |
Con su corto de fin de estudios logró Mili Pecherer estar en Berlín y en Annecy, o sea, en uno de los tres festivales más destacados y en el más importante del ámbito de la animación. Lo consiguió con una obra que huye deliberadamente de la tendencia fotorrealista del 3D, que ni siquiera propone, según cánones contemporáneos, una estética bonita. Posee belleza, pero de un modo un tanto inusual.
Ce n’était pas la bonne montagne, Mohammad recuerda al aspecto de los videojuegos de finales de los 90, con gráficos que trataban de acercarse a la realidad sin conseguirlo del todo, ni por su estética ni, aún menos, por sus movimientos. Es, por supuesto, una elección deliberada que dota al corto de un raro encanto visual. Más interesante todavía es cómo aprovecha la directora el entorno virtual para realizar ambiciosos movimientos de cámara, elegir variados ángulos o proponer numerosos planos subjetivos. Esa es una de las ventajas de la animación 3D y le saca un enorme partido.
Por otra parte, resulta muy sugerente cómo adapta una historia bíblica desde un enfoque digital, casi como si esta parábola religiosa fuese el argumento de un peculiar videojuego centrado en la supervivencia en el desierto.