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Alexandre Siqueira. Categoría: Cortometraje. |
Sensible e imaginativo acercamiento a la identidad de género a través de un protagonista del que desconocemos su sexo pero que se identifica con el género masculino. Purpleboy establece una curiosa coincidencia con una de las muchas buenas ideas de José Luis Cuerda en Amanece que no es poco (1989): el personaje central nace del campo y está enterrado en tierra hasta la cintura. El tratamiento de esa idea por cada autor, en cambio, es muy distinta.
La de Alexandre Siqueira es una obra de tintes dramáticos contada como una fábula fantástica, con animales antropomórficos -solo Oscar, ese niño púrpura, tiene apariencia humana-. Cada elemento del corto está representado con simbolismos, métaforas o elementos fantásticos, como el cortacésped que corta el cabello del niño a lo chico, el cultivo con forma de avioneta que se puede sacudir como una alfombra o la brillante y natural idea para ilustrar la menstruación.
Por otra parte, es muy interesante su concisión narrativa. Me refiero a todo lo que logra contar -o que imaginemos- con solo unos apuntes. Pienso en la presencia de uniformes militares para hablar de totalitarismo; en que un solo enfado del padre baste para mostrar el rechazo paterno; o en que también con solo una escena de acoso muestre la violencia que, tristemente, aún sufren quienes nacen con un cuerpo que no se corresponde con su género.
Purpleboy es de una apabullante belleza y un triunfo artístico de la animación, pero además debería de ser muy eficaz para sensibilizarnos sobre la transexualidad y los dramas que aún lleva aparejados.
