Will Anderson. Categoría: Cortometraje. |
Durante los primeros minutos, Betty parece un lúdico experimento que logra hacernos reír -o al menos sonreír- en más de una ocasión. Tenemos la sensación de que lo de menos es la historia que nos es contada y que la clave está en cómo la aborda Will Anderson. El director adopta un tono pseudo documental o que imita el aspecto de los falsos documentales. Interrumpe la narración varias veces para mostrarnos los controles del software con el que anima a los personajes, para criticar la escena que acabamos de ver, para comentar la banda sonora o para rebobinar y repetir fragmentos. Consigue la ilusión de que aquello que vemos es un animador en pleno trabajo y que la historia está siendo creada en este preciso instante frente a nuestros ojos.
Ese enfoque experimental es muy interesante y tiene un mérito enorme que funcione una propuesta con muchas posibilidades de naufragar -las constantes interrupciones de la trama principal son un peligro para mantener la atención del espectador-. Sin embargo, aquello que resulta tan memorable en Betty es cómo consigue Will Anderson que esa experimentación narrativa le sirva para reflexionar sobre el desamor, sobre la habitual sensación de tristeza y de confusión tras una ruptura en la que uno es el dejado. Cómo es posible que acabemos sintiendo una profunda pena por un minimalista pájaro antropomórfico a la búsqueda de mantequilla me parece asombroso, pero el caso es que para muchos espectadores eso es justo lo que ocurrirá.
Un muy notable y singular corto.