Gonzalo Suárez. Categoría: Cortometraje. |
Alas de Tiniebla, adaptación de un relato de Anne-Hélène Suárez Girard, no es, estrictamente hablando, un cortometraje de animación. No hay dibujos consecutivos que crean la ilusión de movimiento. A lo que asistimos, en cambio, es a una sucesión de ilustraciones estáticas sobre las que el director pasea la cámara y acerca o aleja el zoom. A pesar de eso lo reseño en la web por dos razones.
La primera es que no podía dejar pasar la oportunidad de incluir a Gonzalo Suárez en nuestra base de datos, director de maravillas como Remando al viento (1988) o una de las películas que más he disfrutado, Epílogo (1984).
La otra es que este tipo de experimentos, a medio camino entre el cine y la pintura, se han considerado habitualmente parte del ámbito de la animación, aunque sea de su vertiente más vanguardista. Véase Band of Ninja (1967), largometraje en el que Nagisa Ôshima se dedicó a filmar las páginas del manga que adaptaba, añadiendo únicamente un narrador, efectos de sonido y música. No es seguramente animación, pero se incluye en ese apartado en la mayor parte de bases de datos de cine y hasta en algún libro sobre el medio.
Asimismo, Alas de Tiniebla, con la que Gonzalo Suárez repite el enfoque adoptado en su anterior corto, El sueño de Malinche (2019), ha sido seleccionado en festivales de animación, como Animario, así que no soy el único que lo relaciona con el medio. En cualquier caso, es una interesante obra que resulta especialmente atractiva por la belleza de las ilustraciones de Pablo Auladell. Como además suena música de Gustav Mahler y las voces de Ana Álvarez, José Sacristán y Charo López, es un placer para la vista y los oídos.