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Cecilia Aranovich. Categoría: Película. |
Estrenar una película de Scooby-Doo todos los años ya parece demasiado. Sí, el personaje se presta a una aventura anual, por supuesto. El problema es que son producciones de bajo presupuesto, con guiones poco interesantes y no especialmente cuidadas que precisamente por eso no se estrenan en cines: así sortean el escrutinio de buena parte de la crítica. Pues bien, en el 2021 Warner Bros. Animation editó hasta dos largometrajes protagonizados por el popular perro. Meses después del flojísimo Scooby-Doo! La Leyenda de Scoobydur llegó a las tiendas, físicas y digitales, el que nos ocupa. Con este, ya eran 36 films de Scooby-Doo pensados para el mercado doméstico.
De la nada: ¡Scooby-Doo! Conoce a Agallas, el Perro Cobarde posee el aliciente extra de que Scooby-Doo comparta pantalla con otro popular personaje animado: el protagonista de la serie Agallas, el perro cobarde, creada por John Dilworth, que no participó en el desarrollo de la película. Aunque las motivaciones sean evidentemente comerciales, tiene gracia ese cruce: se trata de dos perros que se caracterizan por su cobardía -por mucho que, como queda claro de nuevo aquí, de vez en cuando se comporten con valentía-. Sin embargo, si los dos animales funcionan bien juntos, la mezcla de personajes de una y otra saga no casan del todo bien, pues la estética más caricaturesca del universo de Agallas choca con la más realista de Scooby.
Aun así, esa mezcla de estéticas y algún que otro detalle un tanto disparatado favorecen que la parte visual sea un pelín más estimulante que la de la mayoría de entregas de la saga. Eso no quiere decir que haya aquí ningún alarde ni detalles personales. Es todo más bien estándar, cosa que también ocurre con un guion que enlaza escenas sin ton ni son hasta llegar a los requeridos 70 minutos. Solo tiene cierta gracia en los momentos más absurdos, pero no aprecio nada que destaque por su ingenio.
Supongo que a los entusiastas de ambos personajes les hará ilusión verlos compartir plano. Los demás pueden abstenerse y no se pierden ninguna maravilla de la animación.
