Antonin Niclass. Categoría: Cortometraje. |
Antonin Niclass logró algo poco frecuente con su trabajo de graduación en la National Film and Television School: ganar en los Bafta en la categoría de Mejor cortometraje británico de animación y formar parte de la selección oficial del Festival de Annecy, el más importante del ámbito de la animación. Eso sí que es una buena carta de presentación para alguien que acaba de terminar sus estudios.
Dicho esto, no me extrañan nada ni la victoria ni la selección en el festival francés puesto que Do Not Feed the Pigeons es de esos cortos extraordinarios que revelan de inmediato el talento de su autor, que en este caso ejerce el doble rol de director y animador. La idea de los personajes bidimensionales realizados con tela o material similar es estupenda y está muy bien realizada. Ídem para las palomas en cutout. La estética es estupenda y la animación está muy conseguida.
También es notable su narración, que logra convertir algo tan potencialmente aburrido y anodino como una sala de espera de una estación de autobuses en una historia interesante que mantiene la atención hasta el final. Lo consigue, además, sin introducir tramas asombrosas o giros de guion rocambolescos. Todo es realista, como cualquier otra sala de espera de cualquier estación de Occidente. Eso sí, se permite unos segundos de magia, de poesía filmada, con ese vuelo de una paloma en el que, no se sabe muy bien por qué, algo memorable acaba de ocurrir. Ese efecto lo enfatiza, por cierto, una cámara que parece volar con la paloma, un efecto que no se ve con frecuencia en las producciones de stop motion.