En los años anteriores, Alex Rey había emprendido cortos más ambiciosos de lo habitual en su filmografía, piezas de mayor duración y más complejas desde un punto de vista narrativo y estético. Me refiero a las muy recomendables La increíble vacuna del Dr. Dickinson (2020) y Phonorama (2022), ambas seleccionadas en festivales de prestigio.
Sin embargo, nunca ha dejado de lado uno de sus primeros amores: enviar micro cortos al Notodofilmfest. Para el vigésimo aniversario de la competición en línea, en el que uno de los requisitos es que las obras enviadas no superen los tres minutos y medio de duración, Alex Rey compitió con Ребенок, una pieza en la que retoma planteamientos más sencillos en lo que a la animación respecta, pero que también propone un giro en su trayectoria: por primera vez no se trata de una comedia. Su mirada a la infancia de un tirano contemporáneo no tiene nada de divertido y sí mucho de trágico, especialmente por lo mucho que nos afecta aquello que se cuenta.
Claro que quizá el aspecto más llamativo u osado es que, a pesar de ser un corto de animación, esto último es justamente lo que menos hay. Aquí, salvo por parpadeos, leves giros de los ojos y una casi imperceptible inclinación de la cabeza, no hay movimiento, que es el elemento clave del medio. Como además se trata de un plano único -solo hay un lento zoom-, es un curioso ejercicio de economía narrativa y de animación.