Tomohisa Taguchi. Categoría: Película. |
Un anime de intenso romance adolescente con elementos de fantasía. Los jóvenes en cuestión están atormentados por diversas razones relativas a su familia y no sonríen por primera vez hasta el inicio del tercer acto. Nada más se conocen, en la primera o segunda escena, no recuerdo exactamente, ya sabemos que se van a enamorar, aunque no lo van a reconocer hasta casi el final. En fin, la originalidad no es su punto fuerte. Pero no se me vayan tan pronto: a pesar de que cae en más de un tópico del subgénero, posee su interés y se ve con agrado. Eso sí, quienes no sean particularmente entusiastas de los animes románticos harán bien en abstenerse. No será esta la película que suscite un cambio de opinión.
Como de costumbre en la industria japonesa, la estética es atractiva y no faltan planos de notable belleza. Además, hay un logrado uso puntual de la animación 3D que no desentona en este contexto. En cambio, no advierto un enfoque personal ni especialmente artístico. El apartado visual es más bien industrial.
El guion -que Tomohisa Taguchi adapta a partir de la novela ligera de Mei Hachimoku-, ya lo he advertido, no es un dechado de inventiva y son muchas las situaciones vistas ya antes. También ocurre a menudo que los personajes declaran apasionadamente sus sentimientos, debidamente acompañados por música apropiada para la ocasión. Lo hacen asimismo cuando están solos, porque en esta clase de películas se habla a solas de viva voz con toda naturalidad.
El elemento fantástico lo aporta un túnel que concede deseos. La pega es que cada minuto pasado allí equivale a horas en el exterior. La idea no está mal, pero no está bien aprovechada, no queda claro cómo funciona y cuesta creerse que, a pesar de estar tan cerca del núcleo urbano, solo los protagonistas hayan descubierto ese túnel. En fin, hay que hacer una considerable suspensión de la incredulidad.
Finalmente, la puesta en escena es pasable sin más. Lo único destacable que aprecio es el generoso uso de planos subjetivos. Tampoco el empleo de música, en el que no faltan canciones de pop comercial, va más allá del estándar.
Para románticos empedernidos que quieren identificarse con adolescentes que sufren.