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SAM. Categoría: Cortometraje. |
A los muchos aspectos interesantes de la filmografía de SAM había que sumar uno más: su capacidad para crear obras que se parecían muy poco unas a otras. De hecho, hasta se puede hablar de dos etapas bien diferenciadas en su trayectoria. La primera se caracteriza, entre otras vertientes, por ofrecer versiones ‘cañí’ humorísticas y con plastilina del cine de terror, como en el magistral corto Vicenta (2010) o en su recomendable largometraje Pos eso (2014).
Tras este primer periodo, el corto Rutina: La prohibición (2020) inauguró una fase centrada en la ciencia ficción, con un interesantísimo diseño de personajes y una dirección artística en las antípodas del realismo que había dominado hasta entonces su obra. Siguió apostando por el stop motion, pero ya sin plastilina. Es uno de los mejores trabajos de su carrera, así que sentía una enorme curiosidad por ver qué deparaba el siguiente: Paralelos.
En la entrevista que le hice a principios del 2021, definió el proyecto como “de integración, actores-animación” y anunció que sería, “o al menos esa es la intención, de terror”. A tenor de lo visto, es ambas cosas y esos dos aspectos están logrados. La mezcla de personajes animados con stop motion y actores de carne y hueso es del todo convincente y el corto produce una intensa sensación de angustia -por los toques gore- y miedo ante lo desconocido. Otra cosa es que su desenlace pueda leerse en clave de comedia, como si ofreciese una relectura de humor negro al conjunto, pero Paralelos es una inmersión decidida en los códigos del terror.
SAM ya se había preparo para los proyectos híbridos con Imaginario (2019), entrenamiento que seguramente le sirvió para ser más ambicioso aquí en ese sentido. Sin embargo, lo más interesante es que retome el tipo de personajes de Rutina: La prohibición y el ambiente que crea gracias al hábil manejo de la narración cinematográfica y a cuestiones como la fotografía o la dirección artística.
